El recorrido hacia la florería no era muy largó que digamos, unos 15 o 20 minutos después estaría aparcando mi auto frente a ella.
Al bajar de este tan rápidamente mi pie se torció causando que mi cuerpo se fuera de lado, yo sólo cerré los ojos en espera del dolor pero no fue así, al abrirlos me tope con unos lindos ojos color miel, que de inmediato me dejaron hipnotizada hasta que una risa ronca me saco de mi trance. Me aleje lentamente mientras este me dedicaba una sonrisa torcida, la cual me puso un poco incómoda.–¿Te duele?– Murmuro señalándome. Al notar mi confusión se aclaró la garganta– Tu pie– Finalizo con una leve risa.
–Ah, Estoy bien. No es la gran cosa– Dije mientras elevaba las manos y daba la vuelta para cruzar la calle, Pero este me sujetó el brazo.
–¿Segura? Porque se está poniendo rojo— Volvió a señalar mi pie mientras elevaba la vista.
–Si, Un poco de hielo y estará como nuevo, Adiós– Aclare mientras me soltaba de su agarre y cruzaba la calle.
Cuando estuve a punto de abrir la puerta de la florería esté grito.
–Por cierto me llamo Adam!, vivo a unas cuadras de aquí y tu?–.
Yo sólo negué con la cabeza mientras reía y me adentre al local, había demasiados arreglos, pero mi vista solo buscaba un ramo de Rosas Rojas, eran sus preferidas, tenía un jardín repleto de ellas. Pague por el ramo y salí de ahí, cruce la calle y puse las rosas en el asiento del copiloto. Encendí el auto y me dirigí al cementerio, al llegar tome las rosas y me encamine hacía el camino empedrado, a lo lejos se lograba ver un pequeño grupo de personas y mientras me iba acercando pequeños sollozos se alcanzaban a escuchar. La señora Emilia siempre fue muy simpática y amable con todos, aunque ella estuviera pasando por lo peor nadie podía borrar su sonrisa que era muy contagiosa, por otra parte ella era de las personas que constantemente estaba de un lado para otro nunca paraba.
Cuando al fin estuve frente a su tumba varias personas se me quedaron viendo, curiosas de mi asistencia. Yo sólo los ignore mientras escuchaba las palabras del sacerdote, cuando este término y dio inicio a la sepultura, todos empezaron a aventar sus flores al hollo profundo, yo estaba congelada me sentía incapaz de mover una sola mano, que en cuanto me acercara y aventará las rosas me soltaría a llorara y no habría nadie que me consuele, hasta que una voz me asusto.–¿Piensas quedarte con las rosas? Porque ya van a echar la tierra– Menciono señalando con su barbilla, y justo cuando dirigió su mirada así mi su cara mostró asombro –¿Tu eres la chica de esta mañana cierto?–.
–No, yo sólo estaba distraída– Dije mientras las aventaba –Si, Y tu eres el chico que choco mi auto– Murmure irritada–.
–Valla alguien no está de humor hoy– Dijo levantando las manos –Sabes este chico tienen su nombre linda– Término guiñando un ojo.
–¿Y sabes tu que es muy grosero coquetear en un entierro?– Pregunte con el ceño fruncido.
–No creo que mi tía se ofenda por coquetear en su entierro– Murmuro soltando un leve suspiro.
–¿Tu tía?– Dije con notable asombro en mi voz.
–Así es, por parte de mi padre, la extrañare demasiado– Confeso –¿Y tu de donde la conoces?.
Voltee a los lados, y algunos ya se iban, lo más seguro es que pronto nos quedáramos solos y el estar aquí me aterraba.
–Será mejor que nos vallamos- Dije un poco inquieta.
–Aún no me respondes mi pregunta– Recalco.
–Tu pregunta tendrá que esperar ser respondida otro día, Me tengo que ir, Adiós– Respondí al mismo tiempo que me giraba y salía casi corriendo de ahí.
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Bueno espero que les allá gustado.xx
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Encuentros Inesperados
RomanceAún no hay portada pero algo saldrá espero y esta novela sea de su agrado ya que es totalmente original mía de mi y pues ya nose que decir.