VIII

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Leo
¡Plaf! Escucho, nosé que hacer, me acabo de chocar con una niña y se le ha caído el móvil, se ha agachado rápidamente, y yo me apresuro a recogerlo con ella.
-Lo siento mucho, ha sido sin querer. ¿está bien?- lleva el pelo recogido en un moño y mira concentrada hacia abajo.
-Si, esta bien no te preocupes. -Dice con voz nerviosa.
-¿Por qué no me miras? -
Se me para el corazón, cuando veo esos ojos color café, y esa medio sonrisa nerviosa, esas facciones totalmente perfectas y ese mechón de pelo rizado que le cae sobre la cara aunque lleva el pelo recogido.
-¿Qué?- Me dice con voz y mirada tierna. No puedo articular palabra, es tan preciosa...
- Nada, ¿le ha pasado algo al móvil? -digo levantándome a su misma vez y sin dejar de clavarle la mirada en sus ojos.
- Mmm, ya me has preguntado, pero bueno, no, no le ha pasado nada- dice con tono chistoso.
-¿Qué graciosa, no? Encima que me preocupo. -
No quiero dejar de hablar con ella pero de repente un barullo de gente empieza a venir, y una amiga suya, la coge del brazo y se la lleva.
Me quedo quieto, sin articular palabra y no puedo borrarme su sonrisa de la cara,y como se ha quedado mirándome mientras su amiga se la llevaba, como si ella tampoco quisiera irse.

La verdad, no sé por qué he venido aquí, mi amigo Lolo se iba a pelear pero la verdad que no me interesa mucho tampoco, así que, me doy la vuelta y me voy a mí casa, además tengo mucha hambre y tengo que estudiar bastante.

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