IV

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Leo.
Oigo sus pasos, y noto cómo me abraza por detrás, a lo que me susurra:
-¿esto es una reconciliación?-
Esta chica rubia, no se cansa de mí, por mucho que le hago sigue queriendo estar conmigo. Me separo con un poco de asco en la cara, y la invito a que se vaya. Mientras recoge sus cosas veo que lo hace con tristeza, y apostaría lo que fuera a que está llorando, sale de la habitación y no quiere mirarme a la cara. Me levanto, y la cojo de un brazo para frenarla, levanta la cara y veo esperanza en sus ojos, pero se le va en el instante en el que le digo:
Fuiste tú la que lo quisiste. Vuelve a asentir y se vá.

No sé qué me pasa con esta tía, no lo sé. Pero tengo claro que no la quiero en mi vida.

Divago un poco en mis pensamientos, y recuerdo que tengo que estudiar, me pongo a estudiar, repaso y hago unos cuantos de resúmenes.
Cuando me doy cuenta son las 3 de la mañana, no he cenado y estoy muerto de sueño.
Me bebo una cocacola y me cómo un plato de salchichas con huevo.
Me acuesto y me duermo.

Noto un lamido en mi cara, abro un ojo, y es mi gato, lo cojo y empiezo a darle muchos besos.
Miro el móvil, y son las 12 y media, me levanto y hago mi día normal, juego a la play, almuerzo y me echo una siesta.
Para cuando me despierto me visto y me bajo con mis amigos.

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