Entrevista y...¿esto es un interrogatorio?

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Estaba nervioso. Mis manos transpiraban y temblaban.

'Es solo una entrevista, todo irá bien'

Empuje la puerta y observe que el señor Newell estaba sentado en una gran silla.

-Buenos días señor. Soy Frederick Sanders.

-¡Oh! Soy Thomas Newell, es un placer -se levantó y me extendió la mano, se la estreche y luego me hizo un gesto con la mano para que me sentara.

-Bien, veamos tu experiencia laboral.-dijo.

Le extendí el curriculo y el lo leyo.

Hablamos sobre diversos temas y me preguntó porque había sido despedido de mi antiguo trabajo.

-Entonces...¿Por qué le gritabas a esa tal Marie por telefono?

-Ella piensa que estoy demasiado tiempo trabajando y que no le dedico el tiempo suficiente a nuestra relación.

-Entiendo...

-Y por ella me quede sin empleo.

-¿Ella lo sabe?

De pronto comencé a preguntarme porque al señor Newell le interesaba tanto mi vida privada.

-No...no se lo he dicho aún.

-¿Y porque no?

-No quiero que se sienta mal...

-¿Se lo diras?

'¿Vine a buscar trabajo o a un interrogatorio?'

-No...no ahora.

-¿Tu la amas?

'¿Que mierda le importa?'

-Si...

-Hasta lo que yo sé, en una relación la sinceridad debe estar antes que cualquier cosa...hasta por encima de los sentimientos. Pues la mentira duele mas que una dolorosa verdad.

Me quedé callado...pensando en lo que había salido de la boca de aquel hombre.

-Volviendo al trabajo... te llamaremos la semana próxima.

-Muchas gracias señor...

-Dime Tom.

Sonreí, le estreche la mano y me retire de aquella sala.

'Supongo que me ha ido bien...'

Subí a mi auto y saque la lista.

Fui a los demás lugares por las entrevistas y siempre he tenido la misma charla sobre el mismo tema: Marie.

Llegué a casa, exahusto. Me dí una ducha y la llamé.

No atendió. La llame. No atendió. La llame. No atendió.

Me cansé y le dejé un buzón de voz.

-Marie...sé que estas enojada y lo entiendo pero por favor cuando escuches esto ven a casa. Necesito que hablemos.

Me hice un sandwich y me senté a comerlo.

Cada dos segundos miraba el celular y no veía ninguna llamada ni algún que otro mensaje proveniente de Marie.

Me quedé mirando la televisión un momento hasta que decidí ir a la cama.

Estaba a punto de dormirme cuando sonó el timbre.

MaraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora