3. Oversugared

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*Príncipe Gumball*

Luego del extraño encuentro entre mi amigo y frederick, fui con marco y mabel a nuestra clase, pero como mabel se distrae fácilmente, hicimos una breve parada en la cafetería para comer cupcakes y algo de helado, Pagamos la comida y nos dirigiamos a nuestra aula, cuando un gran tren apareció de la nada y se estacionó en frente de la escuela, Marco y Mabel no se percataron de aquel tren puesto que llevaban audífonos, pero a mi me dió curiosidad saber el porque ese tren podía salir de la nada así como así, y había decidido ir después de clases a la biblioteca a revisar en algunos libros de cosas paranormales, Oh.. ¿y mis modales? Soy el príncipe Gumball, hijo de la Reina Bubblegum, heredero del dulce reino en el continente de OOO, pelo rosa y piel blanca son una de mis innumerables características.

Ya presentado les debo confesar dos cosas, 1, no tengo una orientación sexual definida y 2, Soy algo perfeccionista y algo pesado a la hora de ensuciarme,
Hoy es un día especial según mi madre, ella me dijo que ciertos alumnos iban a ser escogidos para compartir dormitorio con uno de los muchos chicos nuevos que habían.

-BubbleGum! -me llamó el profesor de ciencias- Vuelva a la tierra por favor, estamos pasando lista, pongase atento a mi clase, tu madre nunca se comportó así ella era la más atenta e inteligente de su clase -Y aquí vamos de nuevo, las personas siempre comparándome con mi madre, odio tener que ser "perfecto" solo para que los demás estén a gusto conmigo, lo odio.

Las clases fueron eternas y ya estábamos en receso, yo aproveché para comer algo y relajarme un poco.

-el príncipe Gumball Bubblegum, al fin nos conocemos. -me hablaba un peli negro de piel algo pálida y dos colmillos muy afilados que sobresalían de sus carnosos labios, vestía una camisa a cuadros con unos jeans ajustados y botas negras de cuero; se veía sexy lo admito.

-Emmm si ese soy yo, ¿por qué?

-Por nada su majestad, y ya que estoy de buen humor; te voy a decir mi nombre, Yo soy Marshallee, y soy un demonio -¿Qué? ¿Un demonio? Ay santa vaca, mi madre me mataría si supiera.

-Un demonio... ¿ Eh... ?

-Si, y no. Tecnicamente soy el rey vampiro, pero mi madre es una demonio muy importante en Underland, por lo que soy mitad demonio -Aclaró el pelo negro; por un lado mi madre me mataría, pero por otro lado, esta es mi oportunidad de conocer más acerca de la cultura demoníaca, pensé.

-Interesante -susurré.

-¿Te gustan los demonios? -dijo con mirada coqueta.

-Emmm no, yo solo.. Me tomó por sorpresa- exclamé ta todo sonrosado.

-Bueno te veo luego Bubblegum, cuidas ese trasero - Maldito!  Fue lo  único que pensé.

Luego de ese inesperado encuentro, proseguí a buscar a mis amigos que hacía tiempo que no los veía,  entonces escucho que mi madre estaba hablando con aquel chico vampiro que hacía unos segundos estaba "coqueteando" conmigo.

-Bubblegum, Bubblegum, Bubblegum,  tiempos sin verte- dijo el vampiro.

-¿Qué es lo que quieres? -contestó seca mi madre.

-Tú sabes perfectamente lo que quiero - contestó juguetón el vampiro,  en mi mente solo sonaban un montón de preguntas ¿Qué quería ese vampiro? ¿Cómo es posible que mi madre lo conozca? ¿Tendrá relación con el tren que acababa de llegar?

-¡Vete de aquí! Este no es el momento,  ni el lugar -Exclamó mi madre algo alterada.

-Vale mi reina, hoy iré a vuestra casa,  a las 7:30 Pm,  ¿vale?

-Me parece bien -dijo mi madre secamente- pero solo una cosa te advierto, NO te le hacerques a mi hijo.

-Oh descuida ni hablaremos - y ambos se retiraron,  yo fui tras mi madre,  pues quería respuestas, pero como si de suerte se tratara en ese mismo momento Marco y mabel aparecieron de repente arruinando mis planes.

Decidí hablar para que no sospechasen nada.

-Hola chicos, ¿Dónde se habían metido? -mabel miró dudosa a Marco.

-Estábamos averiguando algo sobre dipper que lo noto extraño -Dijo con tono feliz y alegre.

-ese dipper y sus misterios - Anexé yo.

Justo en ese momento la campana sonó y nos tocó dejar la charla para otro momento. Las clases restantes fueron aún más la largas que las anteriores, yo solo deseaba salir de ahí, pero cada vez que lo deseaba más se alentaba el tiempo.

-Gumball Bubblegum,  por favor preste atención - me regañó el profesor de calculo.

-Lo lamento Mr. Dominguez, no volverá a suceder. - contesté aún en mi mundo,  gracias a glob esa era la última hora de clases.

-Esa mente suya señor Bubblegum lo está metiendo en graves proble- no pudo terminar sus discursos aburridos ya que la campana había sonado,  y yo fui el primero en salir.

Crucé el estacionamiento corriendo hasta llegar al auto de mi madre,  y me subí a esperar a que llegara.

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Capitulo corto lo se,  pero tengo muchas más ideas ya tengo planeado todo,  juro que les gustará.

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