Desesperación parte 4

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Te llevaba a cuestas, sabia que el cansancio te consumía y el sueño te abordaba, deje que terminaras de llorar, no dije nada, solo sentía como tu respiración lentamente se iba normalizando y te entregabas a la sombra de Orfeo, me sentí mas tranquilo al saber que al fin podías dormir un poco, pero me preocupaba que aun no habíamos podido huir de aquella vasta masacre, pero a lo lejos como si se tratase de un milagro pude ver un agujero en el suelo y decidí que ahí nos esconderíamos hasta que ellos se fueran, ha decir verdad el cansancio me estaba matando llevábamos horas caminando, pero para nosotros es como si hubiese sido una eternidad. Tardamos un poco en llegar, te baje de mi espalda, aun estabas durmiendo y me dispuse a revisar aquel agujero, lo cubrí con algunas hojas y  te recosté sobre ellas, cubrí la entrada con algunos troncos y regrese a cubrir nuestro rastro, cuando termine regrese a tu lado y ahí pedía a los cielos que no nos encontraran nunca y que aquella masacre terminase pronto, con esos pensamientos me quede dormido mientras afuera la lluvia no cedía y la muerte seguía devorando cada uno de nuestros suspiros.  

A la mañana siguiente despertamos aliviados de seguir vivos, pero no sabíamos que nos esperaba al salir de nuestro escondite, te ordene quedarte recostado mientras yo me arrastraba por aquel agujero para saber si había alguien afuera, me miraste algo sorprendido y solo atinaste a decir que estaba bien, me arrastre por aquel agujero pero para mi sorpresa, ahí estaba él, alto, fuerte, lleno de rabia y el adorno de la muerte  en los ojos, el capitán Reyflo que miraba perdido hacia el horizonte. Me aterre al verle me congele del miedo y suplique que no notara la existencia de aquel agujero; uno de sus subordinados se acerco y le dio un mensaje que cambio el semblante de su rostro, dio una orden y todo su  pelotón se retiro junto con el, pero algo lo hizo mirar hacia atrás, la sangre se me heló al ver que sus ojos fijamente miraban hacia la dirección donde me encontraba, un teniente le pregunto si pasaba algo, el dijo que no y se retiraron, en ese instante creí que moriría y decidí que no saldríamos del escondite hasta pasado unas horas, aun era peligroso salir de ahí, por que la muerte aun seguía ahí por que  él aun buscaba algo.  

In DarknessDonde viven las historias. Descúbrelo ahora