Me encontraba allí y no en otro lugar. Porque era aquí donde había vivido casi toda mi vida a excepción de mis viajes. Mi vieja casa seguía teniendo la misma fachada exactamente como la recordaba, paredes blancas, amplias ventanas, lindos decorados sobre su reja, altos techos, con excepción de que tenía dos pisos.
Al entrar se extendió un largo y ancho salón, lleno de muebles tapados por una fina tela de color blanca que, por el correr de los años, se fue escapando su color y brillo. El piso de mármol blanco, con una ligera capa de polvo, se encontraba descuidado pero nada que una escoba no pueda arreglar.
A lo lejos se extendían dos escaleras que en su inicio se encontraban unidas pero, luego, se separaban para ir a distintos lugares de la planta superior. Arriba de esta, se imponía un gran ventanal que dejaba el paso de la luz que provenía de afuera.Me juré a mi misma una charla con Randal acerca de lo que el cree que es el cuidado de una casa, pues no estaba conforme con su estado.
Saqué todas las telas que cubrían los asientos y la mesa principal, el cristal estaba intacto como cuando la ví por primera vez. Los sillones y muebles de madera se encontraban en buen estado a pesar del correr de los años de abandono.
Luego de echar un rápido vistazo a la cocina donde todo seguía igual, subí a la planta de arriba y me dirigí a mi habitación con mis maletas. Cambié mi ropa por un vestido color negro mas sencillo y fácil de llevar que los que usaba en Londres , salvo unos pocos que tenía iguales a los que se encontraban aquí. Seguro Petra había donado los que ya no necesitaba.Después de dos horas de arduo trabajo, dejé la casa ordenada y me dispuse a ir a la base de la organización. Si tenía suerte, Blood ya habría terminado su entrenamiento para cuando llegue y empezaríamos a planear la misión que le hayan otorgado y seguiríamos con las otras sin complicaciones.
Salí a paso rápido hacía mi objetivo, sin prestar mucha atención a mi alrededor. Por consecuencia del viaje estaba exhausta y tenía una molestia general, parecido a un dolor de cabeza.
Una mañana nublada y sin nada de encanto se presentaba ese día. Me parecía un día sumamente aburrido, no por el clima, sino porque no tenía idea de cuál era mi plan en todo el día de hoy.
Caminé por las calles, no estaba muy lejos de mi destino, por suerte para mi, nada cambió en el tiempo que no estuve aquí, y vaya que a pasado un rato largo.Al estar frente a el imponente edificio color crema, me dieron nervios, las columnas, las grandes ventanas y puertas y el reloj encima con un cartel que aclaraba que era el banco de la ciudad parecía no haber cambiado a lo que era en mi imagen mental y ingresé por la puerta trasera para no ser vista.
Con fuerza, empujé la puerta hacía un lado. Caminé por el largo pasillo cubierto por cortinas, las cuales se unían en el centro del techo y luego se separaban para pegarse a las paredes aunque tenía un aspecto de caerse en cualquier momento, no ayudaba mucho que no estuviera a la vista ninguna otra salida, excepto por donde ingresé. Cada vez que iba por allí, con la poca iluminación que había dentro, y el pasar de los años ese pasillo se me hacía mas corto pero siniestro.Antes de llegar al final de lo que parecía un túnel sin salida, paré en seco y moví una de las telas, obtuve la llave que se encontraba detrás, en un pequeño bolsillo propio de esta y empecé mi búsqueda en el piso para encontrar la cerradura a la que pertenecía la llave. Conocí el truco gracias a la última vez que vine con Blood, antes era mucho más fácil ingresar.
Luego de unos 10 minutos en los cuales encontré y abrí la puerta, subí escaleras y caminé por el edificio hasta llegar a alguien que me diera alguna indicación de donde podía encontrar a Blood y a Randal, o en último caso a Petra.
Paso un señor, y aunque no pude observar su cara, le hablé.
- Disculpe, me podría decir dónde se encuentra... - antes de poder concluir mi habla, señaló la puerta del lado derecho de donde nos encontrábamos y siguió con su camino, sin tiempo a poder emplear un gracias que saliera de mi boca.
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Asesinatos Color Escarlata
Teen FictionUna serie de asesinatos con características muy extrañas están ocurriendo en diversas partes del mundo . En los sectores altos hay tensión ya que personas que cometían injusticias o pecados de todo tipo empezaran a tener que pagar el precio por esto...