Soul's Awakening

Capitulo: 1

              Un paraguas azul bajo la lluvia

"Hoy se pronostica mayormente lluvia, con un setenta y cuatro por ciento de probabilidad de ventisca. Se recomienda extrema precaución si desea salir de casa hoy."

"En otras noticias, se cuestiona la falta de atención por parte de las autoridades ante la inminente amenaza de un atentado tras el mensaje afuera de la estación de Kenmore esta mañana."

La tarde era gris e incolora. El cielo parecía caer sobre las transitadas calles iluminadas por las parpadeantes y brillantes luces de los semáforos. El sonido del agua cayendo se mezclaba con el ruido de motores. En el aire, se percibía el ligero olor a humedad y humo. La ligera melodía proveniente de las luces de cruce sonaba en medio del bullicio.

El chocar hombro con hombro, hacía difícil el poder transitar por entre las calles.

Un hombre caminaba por entre las concurridas calles mientras la lluvia descendía sin descanso sobre toda la ciudad.

Pelo color plata, estatura promedia, facciones delicadas y definidas. Su cabello ondulado parecía empapado por la lluvia mientras el agua recorría su rostro el cual daba un aspecto delicado. De entre la multitud, aquel hombre daba la impresión de soledad. Caminaba hacia adelante, sostenía un bolso de mano el cual colgaba desde su hombro. Dentro del bolso, unos cuantos libros los cuales quería mantener alejados de la lluvia mientras su vista parecía indagar de entre los más profundos recuerdos, pues su mirar era vacío.

De pronto, su despreocupado caminar fue interrumpido por un suceso el cual corto su búsqueda interna de golpe. Cuando volvió en sí, aquel hombre se encontró en el suelo. Aquellos libros los cuales trataba de cuidar con tanto esfuerzo, ahora se encontraban esparcidos sobre el suelo. En unos instantes el agua penetro todas y cada una de las páginas, dejándolos completamente empapados.

Aquel hombre intentó ponerse de pie después de buscar sus gafas las cuales al igual se encontraban en el suelo y apresuradamente intento recoger cuantas páginas pudiera. Las personas pasaban por atrás y por en frente de el, pisando a aquellos trozos de papel sobre el suelo que hasta apenas momentos atrás formaban un libro, ahora completamente despedazados.

Pero entonces:

-    "¿Estas bien? –Preguntó una voz.

Debido al bullicio, aquel hombre tardo unos momentos en reaccionar, pero levantó su vista en respuesta a aquella voz.

A través de sus anteojos empapados y nublados, sus ojos se abrieron en un instante y sus pupilas parecían dilatarse.

Veía con incredulidad. Ante sus ojos, se encontraba una persona sosteniendo delante de el unas hojas de papel.

-    "S-si, estoy bien. Gracias" –Respondió aquel hombre mientras asentía con la cabeza.

Su vista instintivamente se dirigió hacia arriba, sobre la persona que sostenía las hojas de papel. Un paraguas. Un paraguas azul parecía opacar a todos los demás colores. Entonces su vista bajo lentamente hasta llegar a su cabello. Un cabello largo undulado el cual daba la impresión de estar ligeramente desordenado. Continuo su recorrido con la vista hasta llegar a sus ojos. Cuando sus miradas entrelazaron, un sudor frío recorrió su espalda, pues sintió como si sus ojos de color miel pudieran ver a través de él y en su interior. Aun así, casi como si una fuerza aun mayor lo controlará, continuó con su recorrido, pasando por su pómulos, su nariz pequeña y definida; y al final de su recorrido, llego hasta sus labios. Aquel hombre sintió quedar hipnotizado. Sus labios de color rosados se habían acomodado de tal manera en que formaban una sonrisa.

-     "Toma, esto es tuyo ¿cierto?" –Preguntó ella.

Aquel hombre había quedado completamente sin palabras e inmóvil. Por lo que ella tuvo que agitar ligeramente hacia arriba y abajo las empapadas hojas de papel. Tratando de capturar la atención del individuo.

-    "¿Eh? A-a si, gracias" –Respondió finalmente el. De inmediatamente recordó que la mayoría de las páginas aun se encontraban sobre el suelo.

Ambos sabían que a estas alturas ya no tenía caso intentar salvar lo que había quedado de sus libros. Sin embargo, probablemente aquellos libros significaban mucho para el como para haber preferido mojarse con tal de protegerlos. Así que aun sujetando su paraguas sobre su hombro, ella comenzó a recolectar las páginas sobre el suelo. Ambos recolectaron una por una hasta que se hubo formado un altero de hojas mojadas.

-    "Parece que son todas" –Finalmente agregó ella; agregando la ultima página sobre la pila.

-    "Muchas gracias por ayudarme hace unos mo —

-    "Toma" –Intervino ella antes que él pudiera terminar la oración. Dejándolo con una expresión ligeramente atónita.

Ella extendió su brazo y en su pequeña mano se encontraba un pequeño bulto rojo atado con un cordón de color negro. El entonces la miro con una expresión de asombro y duda y al cabo de unos momentos de duda, tomo aquel bulto de sus manos. Tras examinar el bulto, se dispuso a desatar el cordón y noto que tenia una agarradera. Tras presionar un botón que yacía justo arriba de la agarradera, se extendió un paraguas rojo.

Aun sin entender que sucedía realmente, aquel hombre volvió su mirada hacia ella, como esperando una explicación, pero en su lugar, ella solo le sonrió mientras inclinaba su cabeza tierna y ligeramente hacia el lado.

El entonces posicionó el paraguas rojo sobre el mismo y se dispuso a agradecerle nuevamente. Sin embargo, cuando alzo su vista, se sorprendió al notar que ella se alejaba lentamente. Aquel hombre extendió su brazo hacia ella como intentado alcanzarle pero ella se perdió entre la gente.