Capítulo 1

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Oh, Dios mío, árboles. Estaba asombrada por ver grandes y frondosos arboles.
Adeline, sacó su cabeza de la ventana del Porche de su padrastro como un Goldfen Retriever. Ella y Olivia su madre estaban manejando de vuelta del Aeropuerto Internacional de Londres. Se había bajado de un vuelo de Miami. El papá de Adeline,Bruce era un profesor de arte, ella y su hermana habían pasado los últimos tres años en Miami mientras él ayudaba en la investigación para un documental de televisión sobre el arte urbano. Ahora que ella decidió vivir con su madre ya que desde la separación de sus padred hace 6 años ella siempre vivió con su papa. Y eso significaba… Una. Única. Cosa. Su misión se llevaría a cabo cuanto antes.
—¡Hombre, no puedo creer que vivirás con nosotros Aline! —Mike gorgoteó.Usando el apodo que solo usaba su madre y padre.
Adeline forzo una sonrisa.Su padrastro Mike podría ser un poco muy entusiasta -él reclamaba que nunca tuvimos oportunidad para conocernos.
Así que estaba feliz cuando al fin Adeline logro convencer a su papa de que se mudara con su mama. Ese fue el verano después de la vuelta a clases cuando su hermana llegó a Miami con ojeras y los ojos hinchados de tanto llorar , ella decidió que al que le haya echo eso a su hermana tendría su castigo.
Antes de que dejara Miami, Adeline no hablo con su hermana sobre su plan . Con su inquieto cuerpo de bailarina de ballet y porrista, cabello lacio rubio,ojos azules y labios sensuales, Adeline sabía que era linda. Las personas siempre lo decían, ¿pero por qué ella no estaba segura de que enamoraría al mujeriego, entonces? Una de las últimas veces que había estado con su hermana Katie le dijo a Adeline que probablemente a ella su adorado Harry no le hubiera traicionado ya que ella era la chica ideal según ella.
Pero Adeline no sabía cómo ser la chica ideal. Su padre había impuesto en su cabeza que era un individuo, no una seguidora del rebaño, y debería ser ella misma. El problema era que Adeline no estaba segura de quien era Adeline.
Su padre obtuvo la oferta de trabajo en Miami después de que se haya divorciado de su madre.Francia ya  se convirtió en un recuerdo lejano. Sus padres parecían caer de nuevo enamorados cada uno de una nueva pareja.Y Adeline nunca cayó enamorada… no por falta de pretendientes, de hecho.
¿Así que, qué si los chicos de Londres no les gustaba la rareza de Adeline? Los chicos de Miami y Francia en sus tiempos seguro lo hicieron.
—Adeline, cariño baja ya —La voz de su madre la hizo volverse—. ¿Puedes ir mañana al instituto sola?
Adeline dejó escapar una pequeña risa mientras bajaba.
—¿Um, mamá? No tengo mi licencia.
—¿Y? Conducías todo el tiempo en Miami según me contó tu padre. El instituto sólo está a un par de cuadras, ¿no? Lo peor que puede pasar, es que golpees un buzon. Solamente será mañana.
Adeline se detuvo. Su madre ya sonaba agotada. Escuchó a Mike en la cocina abriendo y cerrando gabinetes
—Bien —murmuró. Dejó sus maletas en el pasillo, agarró las llaves del auto, y las guardo en su cartera.
Antes de subir para ir a dormir escucho a su madre preguntar
—¿Feliz de estar aquí?— “Emocionada,” murmuro
Ya arriba en su habitación miro hacia la ventana y vio un montón de chicos en camisetas blancas de Nike, pantalones cortos holgados, y gorras de béisbol volteadas caminaban lentamente cerca de casa hacia el campo que por considencia estaba como a una cuadra de su casa. ¿Ves? Todos los chicos de Londres son copias exactas excepto Harry recordó a las palabras de su hermana. Alissa parpadeó y busco entre ese montón a a alguien que marque la diferencia y miró el ruloso cabello castaño del chico. Espera. ¿Ese era… él? Oh Dios. Era él.

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