Querida Kalani.
Hoy no es un día como cualquier otro, es el cumpleaños de mi hermanita adoptada. Las hermanas adoptadas no cumplen años todos los días así que sin duda hay que hacer una celebración. Yo, como hermano de una hermana adoptada escribí esta carta para ti, como muestra de mi profundo afecto hacia los hermanos adoptados, imagíname en este momento rodeando mis cariñosos brazos sobre tu adoptado ser. Como hermano mayor de una adoptada me comprometo a cuidarte de cualquier imbécil que quiera sobrepasarte contigo, bueno, de cualquier imbécil que te mire, no quiero que mi adoptada hermana sufra por un imbécil. Sé que quieres un celular de alta tecnología como regalo y pues mira, te he traído una chocolatina porque soy pobre. Al final, seguramente el teléfono terminaría incendiado o que se yo, la tecnología sin duda no quiere a los hermanos adoptados ¡MUERTE A LA TECNOLOGIAAAA!. Perdón si la chocolatina se encuentra destapada es que yo solo quería probar un pequeño pedazo para verificar que estuviera en buenas condiciones...está bien, me acordé de dejarte un pedacito pero con mucho cariño. También escuché que querías el ultimo videojuego de kill Word con el único e inigualable Dr muerte recargado y a que no adivinas ¡LO HE CONSEGUIDO!. Está en mi habitación, puedes mirarlo de lejos si quieres, no quiero que tus pequeñas y endiabladas manos estropeen tu regalo.
Con amor.
El mejor hermano del mundo : Josep Andru Guiter.
Tonto.
Es un completo idiota.
Miro el interior del sobre y efectivamente está un empaque con un pedazo de chocolatina adentro.
-Gracias querido hermano- dije de forma irónica- Mi chocolatina favorita.- la saco del sobre y se la aviento en la cabeza- Me encantan ver las chocolatinas aventadas sobre hermanos inútiles.
Josep atrapa la chocolatina en el aire y su respiración se entre corta por sus carcajadas. Parece un cerdito relinchando como caballo. Mi madre se acerca a la mesa con una tarta horneada por ella, el aroma a fresas con la crema me hizo querer robarme un gran pedazo ahora mismo, mi estómago rugió en protesta. Calma querido amigo, solo falta poco para el festín.
-Mi hermosa hija- dice ella con ese cariño que me hace recordar la suavidad de la miel.-Diecisiete primaveras. Mi padre se acomoda sus lentes mientras saca algo de su bolsillo trasero. Lo mira un considerable segundo y me lo tiende- Esto es algo que quería darte desde hace mucho tiempo.
Con mucha curiosidad, lo pongo sobre mi mano y no puedo evitar asombrarme. Nunca había visto una joya tan hermosa. Un dije en forma de corazón perlado con piedritas de un rosa pálido y suave. Me hizo recordar lo poco femenina que soy pero vale, no me importaría usarlo es que de solo observarlo... –Papá, esto es hermoso...
-Lo he guardado desde que mi madre me lo dio especialmente para ti. Es un legado familiar que ha perdurado durante muchas generaciones, espero que lo tomes y lo cuides con tu vida.
Asiento. Si, definitivamente debo conservar la tradición.
-Papá ¿Y qué hay de mí?- pregunta Josep con cara de perrito triste.
-En la nevera hay un pedazo de pizza. – responde mi padre despreocupadamente.
Josep hace un puchero lastimero mientras abre le refrigerador -¡Como pueden ver!- dice mientras toma el pedazo- ¡Esto es violencia de genero!- dá un gran mordizco y lo mastica teatralmente con dolor como si allí se encontraran todas sus penas.- Me iré a mi habitación a llorar.
Que buen actor es.
-¡Qué bien!- dije muy entusiasmada - ¡Mas pastel para mí!
-Creo que llorare después de comer pastel- Mi tonto hermano se termina el pedazo de pizza y vuelve al comedor. No sé cómo hace para almacenar la tonelada de comida que traga al día. Es como una maquina acaba comida, arrasa con todo a su paso, creo que un tornado hace menos estragos que mi hermano cuando tiene hambre y aun se mofa de su atlético cuerpo. Eso es lo que me enoja ¿Cómo demonios no está obeso? , de verdad, nosotras comemos aire y ya subimos seis kilos. Eso no se vale.
Josep toma un cuchillo e intenta cortar un pedazo de pastel pero mi heroica madre lo detiene- Josep!- dice palmeando su mano– Primero hay que encender las velas para que Kalani pida su deseo.
Mi hermano expulsa el aire mientras pone los ojos en blanco- muerte al protocolo cumpleañero, es solo un enemigo más de los que estamos hambrientos.
Mi madre enciende las velas con una delicadeza característica de ella. Su pelo está amarrado en un moño un poco desarreglado pero que me recuerda las bellas mujeres que aparecen en las fotos vintage. Mi madre es hermosa. Su nariz es pequeña y su rostro un poco ovalado. Cuando se sonroja me hace recordar una muñeca, Lastima que yo no sea como ella, o al menos un poco. Desde el primer momento que tuve uso de razón, mi estúpido y adorado hermano me ha hecho saber que soy adoptada. En un principio no entendía lo que significaba esa palabra, con apenas cinco años de edad pensaba que se refería a los hijos favoritos. Mi hermano lo decía con ese dejo de rencor que me hacía sentir bien, me gustaba escuchar su envidia. Con el tiempo fui comprendiendo el verdadero significado, al igual que mi hermano fue cambiando su forma de hacérmelo saber, primero rencor y luego burla. Me he acostumbrado a esto que ni siquiera me molesta. Mis padres me aman y eso es lo único que me importa en este mundo. Daria lo que fuera por ellos.
Las velas están encendidas frente a mí mientras mi madre abraza a mi padre, esperando a que yo pida un deseo. Desde hace mucho tiempo he tenido esa vana curiosidad de saber quiénes son mis verdaderos padres. Me siento muy mal admitirlo, tengo los padres más maravillosos del mundo pero todos tenemos esa parte mórbida en el cerero que se encarga de empujarnos hacia lo prohibido, que nos hace ser tercos y masoquistas.
He pedido ese deseo desde que tengo memoria.
Pero ahora será distinto.
Cierro los ojos "deseo que los extraterrestres invadan la tierra y se lleven a Josep." con una sonrisa diabólica Aspiré el aire y soplé.
Nunca me había arrepentido tanto de haber deseado algo en mi vida. Nunca.
Nunca.