Una Lagrima Oscura

El inicio de una historia.

Y solo paso...
Ese día fue uno de los peores de mi vida.

Pero comenzaré como comienza toda buena historia.
Mi nombre es Carolina.
Vivo en Colombia desde los diez años, allí es donde comienza esta historia real mente.
A tan corta edad mi madre murió, todo estaba saliendonos muy bien antes de eso. Él día de su muerte ella dijo unas palabras que jamas olvidaré. Por mas sencillas que fueran estas marcaron mi vida.

- "Las lágrimas no te hacen mas débil, aveces es necesario llorar pero no pienses que esto solucionara las cosas ya que algunas veces solo las empeora..."

Mi padre como era de esperarse era un hombre alcohólico, una persona despreciable en todos los sentidos de la palabra.

Eso llevo a su divorcio.
Yo con apenas 6 años de edad pase por las movidas de la custodia. Al final decidí quedarme con mi madre, al morir ella pase unos años con mi padre.

Se podría decir que no fueron los mejores años de mi vida pero tampoco los peores.
A esos tan cortos trece años conocí muchas personas que me hicieron cambiar, algunas para bien y otras no tanto.

En esa nueva escuela al otro lado del país conoci a Anna o "Ann" como le decia de cariño, ella se convirtió en mi mejor amiga.
Cuando cumplimos dieciocho años rentamos un apartamento, bastante alejado de mi padre.

En ese tan espacioso edificio vivía un muy guapo joven llamado jerry, no tuve problema en hablarle.

Nos llevábamos muy bien.
No estoy segura pero creo que él fue mi primer amor, aunque a esa edad nunca se sabe.
Un tiempo después Jerry y yo íbamos a todas partes juntos, salíamos a cenar o a caminar un poco.

Una noche algo paso con jerry...
Como de costumbre salí a buscarlo frente a la puerta de su apartamento; sostuve la mirada en un hombre... Era bastante alto, iba vestido con una capucha negra muy larga y guantes de cuero.

Volví a mi apartamento y allí estaba jerry, con la respiración muy agitada me dijo - Caro, debo decirte algo. -

Yo lo interrumpí diciéndole - hay un hombre en tu apartamento y creo que esta muy molesto -

Jerry muy agotado dijo - Mejor te lo explico mañana - 
La angustia no me dejó dormir y decidí ir a su apartamento, a tan altas horas de la noche no esperaba ver a nadie en los pasillos pero me equivoque, allí estaba ese hombre otra vez pero esta ves no estaba solo, llevaba a una mujer.
Una chica, para ser precisos, tenia puesto un vestido blanco y la boca cubierta con cinta.
Él vestido estaba cubierto de sangre por todas partes, ella con una lágrima en la mejilla me miro, fue una mirada de dolor... Como intentando pedirme ayuda.

Él hombre noto mi presencia, soltó a la chica y me vio fijo por un rato, una mirada fría, tan tenebrosa como él.
De pronto la chica intento escapar, él la tomo con una mano y tiro de su cabello con fuerza.
Yo no podía ayudarla, aunque sabia perfectamente que debia hacerlo.

Volví a mi habitación,  al cabo de unas horas noté un viento lijero pero muy frío que se colaba por la ventana, no recordaba haberla dejado abierta pero no tenia problema en cerrarla.

Mi amiga Ann dormia desde hacia unas horas y yo no tenia intenciones de despertarla.

Por la mañana, al notar que salia el sol me levanté de la cama de un salto, salí de la habitación y sin pensarlo dos veces me dirigí al departamento de Jerry. 
Al llegar, todo el departamento estaba hecho un desastre, la cerradura de la puerta estaba en el suelo y habian papeles por todas partes.

Entré, retiré unas cosas del camino y comencé a buscar a Jerry.  El definitivamente no estaba allí. 

Intenté entrar a la habitación de Jerry, pero la puerta estaba cerrada, como si algo la estuviese cubriendo desde adentro para impedir que la abrieran.
Empujé con fuerza pero la puerta no cedía.

Cuando por fín logré entrar deseaba tanto no haberlo hecho...