El Juego Del Amor

Capitulo 5: "celos"

NARRA JOHN:

Cuando regrese a casa mi madre me esperaba, yo solo le bese la mejilla y subí a mi cuarto algo desanimado, quería encerrarme y dormir pero se me hizo imposible con la imagen que tenía en mi cabeza donde Kennedy estaba abrazando a Alonso, se veía tan feliz...no supe si eso me entristecía o me ponía feliz también, no quería darme cuenta de las posibilidades que tenía Alonso a mi lado de estar con Kennedy en una relación amorosa pero sabía que por mi parte eran nulas.

Quería regresar mañana a la playa con Kennedy, hoy había sido un día fantástico, podía asegurar que uno de los mejores de mi vida pero tenía miedo, no sabía exactamente de qué pero no quería ver a Kennedy con Alonso de nuevo.

AL DIA SIGUIENTE

NARRA KENNEDY:

Hoy por fin era sábado, un día hecho para disfrutar, me levanté temprano no por falta de sueño si no por el escándalo que había en mi casa, no sabía exactamente porque pero no quise averiguar nada, solo me aliste y salí sin que mi nana se diera cuenta, solo quería caminar un rato no tenía planes para hoy solo ir más tarde a la playa con mis amigos...y esperar a que John llegara.

HORAS DESPUES:

NARRA KENNEDY:

Faltaba poco para reunirme con mis amigos, así que decidí alistarme, me duche y cambie de ropa, en esta ocasión llevaba un shorts negro con una blusa color menta con estampada y mis tenis negros, me solté el cabello ya que lo tenía húmedo, al terminar pedí permiso y salí a toda prisa ya que se me había hecho tarde. Conduje por la carretera hasta que llegue, todos ya estaban surfeando, busque con la mirada a John pero no lo encontré...algo me decía que no llegaría. Estacione mi motocicleta y camine en dirección a la cabaña para cambiarme de ropa hasta que escuche que alguien grito mi nombre, voltee inmediatamente y vi a John parado con una pequeña sonrisa en su rostro. Corrí hacia él y lo abrace, me sentía tan contenta de que estuviera ahí.

-Por lo visto querías que viniera- dijo con una gran sonrisa-

-¡Claro que sí! Eres mi aprendiz, debes estar conmigo –dije soltándolo- vamos, las olas se ven muy bien, es un buen día –dije tomando su mano-

-¡Espera! No quiero nadar hoy- dijo algo tímido-

-¿Por qué? ¿Todo bien?- conteste preocupada-

-Si...solo que no me siento muy bien.

Me quede pensando por algunos segundos hasta que se me ocurrió una gran idea.

-No te preocupes joven aprendiz, hoy no vamos a nadar, haremos algo mejor, ven conmigo.

Le tome la mano y subimos a mi motocicleta ambos, nos pusimos los cascos y comencé a manejar.

-¿Exactamente a dónde vamos?

-No te preocupes, a algún lugar tendremos que llegar ¿no?

NARRA JOHN:

No sabía a donde nos dirigíamos, en el poco tiempo que conocía a Kennedy me di cuenta que era una mujer muy misteriosa, era uno más de sus encantos.

Kennedy manejo por la carretera por más de 30 minutos, por el camino nos paramos a comprar bebidas y algo para comer hasta que llegamos a la punta de una pequeña colina, ese era nuestro destino. Ella estaciono la motocicleta y bajamos, la vista sin duda era imponente.

-¿Cómo conoces este sitio? –pregunte fascino-

-Ya ves, una que se la pasa viajando sin rumbo –dijo sacando las cosas que habíamos comprado- realmente vengo aquí cuando quiero descansar un momento de mi vida, es hermoso ¿verdad?

-Precioso sin duda –dije ayudando a sacar las cosas-

-A casi nadie traigo a este sitio, es algo así como mi lugar "secreto" –dijo sentándose-

-Ahora me siento muy alagado –dije sentándome a su lado-

Ambos comenzamos a platicar y comer hasta la puesta de sol.

-¿Qué piensas ser cuando seas mayor?– pregunte limpiándome los labios-

-Quisiera ser una fotógrafa profesional, capturar recuerdos...ya sabes –contesto con una sonrisa- ¿y tú?

-Quisiera ser músico pero me inclino un poco más para ser mecánico, la música es más complicada de estudiar- dije un poco cabizbajo-

-Pero piensa John que ese es el encanto de la música, no todos son capaces de hacer música...de sentirla- dijo con una sonrisa- de transmitir algo con ella.

-Tienes razón pero todos dicen que nunca lo lograría-

-Si te concentras en lo que dicen los demás, créeme... jamás serás feliz. Si te equivocas, bien...lo viviste, ahora sabes que es lo que pasa pero nunca tratas de tener conforme a las personas, es mejor sorprenderlas.

Las palabras de Kennedy tenían tanto sentido, jamás me había puesto a pensar eso, en verdad agradecía haberla conocido.

Después de un rato se recargo en mi hombro, lo único que hice fue pasar mi brazo por encima de sus hombros ...sentía que sostenía mi mundo, un mundo imaginario que se formaba en mi cabeza, solo ahí.

Espero que les guste el capitulo, si tienen alguna sugerencia recuerden comentar, me es de gran ayuda. ¡Gracias por leer!