Momentos

Capitulo 1

Narra Nathaniel:

-¿Enserio crees que lo que llevo puesto es lo mejor para esto?.

Me mire en el espejo con desaprobación. El estilo de "ropa rota" no me gustaba mucho, el aspecto que me daba era más salvaje y desinteresado pero nunca lo usaba ya que no me sentía cómodo. Llevaba puesto un jean desgastado azul claro, una remera negra estampada y por encima una campera de cuero, además unas zapatillas converse. Observe mi pelo rubio, había crecido en los últimos años pero mantenía un color desgastado y sin vida, mi piel estaba más pálida y áspera pero por suerte mi musculatura no había cambiado, el mantener un ejercicio adecuado y una dieta balanceada siempre lo lleve al pie de la letra.

-Deja de ser aburrido, ella te terminara sacando todo, ¿Por qué te preocupas por la ropa?. -Castiel se tumbó en mi cama para seguir chateando, lo ignore para continuar inspeccionándome en el espejo.

Impresionante, ¿no?. ¿Cómo dos personas tan diferentes pueden llegar a ser amigos?.

Al principio mi relación con Castiel era de enemigos, no por nada en especial, yo era el delegado principal y él el típico estúpido que llegaba a la sala de castigos por meterse en problemas, el chico malo, el popular y siempre amado por su personalidad rebelde y sin preocupaciones. Yo era el que siempre tenía que plantarse ante su cara para reprenderlo o pedirle su firma por sus ausencias en clase, por lo que era el blanco perfecto para sus insultos y berrinches. Luego de un acontecimiento que requirió de mi intervención para no resultar expulsado y en la cárcel fue que él se acercó más a mí, me ayudo a divertirme y a salir a las fiestas más seguido. Con el tiempo conocí a Lysandro un amigo suyo el cual cantaba en la banda en la que formaban parte y luego integramos a Armin, un friki que da un poco de pizca divertida y bromista al grupo.

¿Mi familia?. Un desastre. Al principio era buena, comprensiva, como toda familia normal supongo yo, pero con el tiempo mi padre comenzó a ser muy violento conmigo y al final todo explotó. Mis padres se separaron y luego de que mi padre recibiera ayuda para el control de la ira pudimos ir a pasar los fines de semana con él cada 15 días, pero ya nada era igual. Amber, mi hermana pequeña, recibía los mimos mientras que yo era ignorado por él, solo le interesaban los negocios y poder complacer a su pequeña niña en todo lo que ella quiera. Mi madre era más atenta con ambos, generalmente era Amber la que más atención recibía pero lo comprendo ya que es la más chica y además podía ser más independiente con mi vida aunque no abusaba mucho de ello, supongo que la responsabilidad de buen delegado e hijo siempre estará presente.

Mi vida era normal, soñaba con poder tener un buen empleo, una hermosa esposa la cual amaría ciegamente y un par de niños hermosos que no sufrirían del abuso que yo recibí y los cuidaría con mi vida. Mis aspiraciones para el futuro eran perfectas.

Pero no todo tiene que ser color de rosas para algunas personas.

-¿Con quién quieres quedarte?. -la voz de Castiel me saco de mis pensamientos, me gire a él para ponerle atención–. La rubia es muy linda...
-¿Quieres quedarte con la rubia?. -era obvio porque sacaba ese tema, él era el más experimentado y había buenos rumores de la rubia voluptuosa.
-Solo digo, Melody está bien pero es más de tu estilo... ya sabes...
-Está bien, no me importa... al final de cuentas supongo que será para borrar una palabra de la lista.
-Es una cita en parejas...
-Diría que es más una mini orgia. -sonreí pícaramente al ver su cara de sorpresa.
-No te tocaría por mas bueno que estés, eres mi amigo te aprecio y todo pero no llegare tan lejos. -ambos lanzamos una carcajada al imaginarnos en una situación así–. Solo... yo y ella en una habitación y tu con Melody en otra.
-Esta bien, está bien no era para que te traumes. -me senté en la esquina de la cama lanzando un suspiro.
-Bien, pues Lysandro ira y llevara a Nina. -dijo Castiel leyendo el mensaje que le había enviado Lysandro
-Enserio esa chica está muy desesperada. -comencé a atarme los cordones. Nina era una fan loca de Lysandro que llevaba siguiéndolo desde hace un año luego de oírlo cantar en un concierto, al final terminó conociéndola y se podría decir que son buenos amigos aunque nunca charlamos con ella.
-Supongo... pero si nada va mal al final creo que él le pedirá para salir juntos.
-Si eso logra hacer que se mantenga apartada cuando salimos a dar una vuelta, mejor.
-Creo que lo empeorará jajaja
-¿Y Armin?
-Dijo que iría a un raid, ese tipo quedara virgen el resto de su vida.
-Déjalo es su forma de divertirse.
-Qué forma tan ridícula.

Salimos de mi casa poniendo como pretexto el ir a buscar a Lysandro para salir un rato al centro. La reunión se llevaría a cabo en la casa de una de las chicas. ¿Qué vamos a hacer?. Pues a tener sexo o hasta ese extremo quiero llegar, aunque para ser sincero hay algo que me carcome por dentro y me siento más descompuesto a cada paso que nos aproxima al punto de encuentro. He tenido novias pero jamás tuve relaciones, no era algo que me interesara mucho pero dadas las circunstancias actuales digamos que es algo que quiero probar. Castiel ha hecho esto muchas veces, dice que es normal y no debo intimidarme, que al final todo fluía con gran rapidez y no sé qué tonterías más me dijo.

Era de tarde, faltaba poco para que anochezca y ya habíamos llegado. Un apartamento sencillo, Castiel entró con total libertad y yo fui detrás de él, adentro nos esperaban las dos chicas, la rubia voluptuosa con cara de tonta vestida con un top y un short demasiado corto, corrió a acercarse a Castiel y este se la llevo dejándonos a mí y a Melody solos. Se acercó a mí con timidez y me saludo, llevaba puesto una blusa color celeste y una falda blanca, el mismo atuendo con el que se presentó en la sala de delegados diciendo que sería la ayuda que necesitaba, solo pase con ella un mes antes de dejar el instituto pero logramos conocernos lo suficiente.

-No creía que fueras este tipo de personas. –mi comentario fue un poco mal educado pero ella solo me sonrió.
-Bueno, dicen que siempre hay que probar cosas nuevas. –me agarró de la mano para llevarme a una habitación arriba-. Y personalmente siempre me has gustado.

No contestaba solo la dejaba hacer lo que quisiera, fue retirando lentamente mi campera y empujándome hacia la cama hasta acostarnos completamente. Sus movimientos fueron siendo más bruscos y desesperados, su sonrisa parecía la de un depredador que degustaba a su presa.

-¿Y esto es tu primera vez? -no me contestaba y trataba de callarme a besos-. Veo que no.
-¿Y es la tuya?. –paró un segundo al ver mi cara de desconcierto-. No puedo creerlo, ¡lo es!.

Comenzó a reír a carcajadas, no entiendo que es lo gracioso.

-¿Qué es lo que te causa tanta gra... -me corto besándome de repente.
-Cállate tesoro, no necesitas hablar me aburres... -se estaba burlando.

Agarré sus hombros frenando sus movimientos y la retire de encima mío, con indignación baje las escaleras y me puse la campera para salir a la calle. Camine rápidamente para comenzar a correr, era una puta y ese era el peso que tenía en mi pecho, supongo que debo ser un idiota por perder una oportunidad así pero no tengo tiempo ni ganas para perderlo en una persona así, podrá encontrar a otro mejor pero yo no seré su burla.

Pase la noche caminando en el centro y paseando por los parques observando el paisaje, memorizándolo y admirándolos. Seguramente me regañaran como nunca pero no me importaba. Al llegar las ocho de la mañana pise la puerta de mi casa, preparado mentalmente para contestar las reprimendas de mi madre la cual ya estaba sentada en el sofá de la sala mirándome con indignación.

Esto se podría definir como un momento incómodo y en verdad muy molesto. Y esto recién acaba de empezar. 

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Nota: Los personajes no me pertenecen, solo el contenido escrito :)