Hola, espero que les guste el capitulo. :) Saludos desde Colombia.
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Estaba claro que todavía no había superado esa parte de mi vida que mi cerebro se había negado a ver. Esa noche fue la peor. Mi madre creía que no recordaba nada, pero si lo hacía. y a veces lo revivía en sueños. Pero hoy con mi nuevo profesor fue muy extraño, nunca me había pasado de esa manera tan... dramática. Mi cabeza me estaba jugando una mala pasada, es como si quisiera atormentarme y no dejarme en paz nunca. No me gusta sentirme así, tan débil y peor... verme frágil a los ojos de un perfecto desconocido que me verá todo el bendito año. Pero tenía tanto miedo... la muerte de mi papá era algo que nunca iba a olvidar y lo quisiera hacer... pero cada quien vive su propio infierno y este era el mío.
Después de esa escena espantosa en el instituto, alguien se apiado del profesor y de mi y nos abrió la puerta. Me fui directamente a los baños sin decirle una palabra, estaba tan apenada por todo lo que había pasado. En el baño contacte con Maggie y le dije que me sentía mal y me llevara a casa. Afuera del instituto había un diluvio pero no me importaba, con esta lluvia nadie se iba a percatar de nada.
Cuando llegue a casa mi mamá no estaba, y en la barra de la cocina habia una nota diciendo que había lasagna de pollo en el microondas y que la calentara cuando tuviera hambre.
No tenía cabeza para nada, solo quería quedarme acostada en mi cama por el resto de la mañana, tarde y noche si era posible.
Subí a mi cuarto y me quite la ropa casi empapada que traía puesta. Fui al baño y me di una ducha que me relajara, salí y me vestí con un pijama de rayas rojas y grises. Me meti a la cama y por la ventana me fije que todavía llovía pero no con la misma intensidad que antes, el cielo se estaba descargando y por eso las nubes estaban más claras que hace un rato.
De alguna manera se me vino a la cabeza la mirada del profesor, esa mirada que me desencajo muchísimo. El latir de mi corazón cuando nuestras miradas conectaron, eso no me había pasado nunca ni con... ¡Oh no! No comenzaré a compararlo con Daniel es como confirmar que algo me estaba pasando.
A ver Veronica... calmate. Tal vez estás así porque el tipo tiene lo suyo. Esta realmente bueno...
¡Oh por Dios! No puedo creer que haya admitido eso siquiera en mi cabeza.
Me puse la almohada encima de mi cara y di un grito de frustración. Estoy realmente mal. Pero es normal... ¿No? A ver, ni que mis ojos estuvieran defectuosos para no darse cuenta que el profesor está como quiere... además es verdad. No me puedo sentir culpable de pensarlo ni porque es mi profesor, es un ser humano...
Me levanté de un salto de la cama, COMO ODIO DIVAGAR.
Mi celular estaba timbrando en mi mesa de noche, era mama.
-Hola, madre.-Le salude.
-¿Como estas, Veronica? ¿Viste mi nota, ya comiste?-Preguntó mi mamá.
-Bien, si, no te preocupes.
-Estoy en la empresa por unos imprevistos que salieron, son las dos de la tarde, de verdad que no se a que hora llegue, pero te estaré llamando. Cuidate, adios.
Y colgó. Gran conversación madre.
Me acosté en la cama otra vez y vi por la ventana que ya no estaba lloviendo y el sol ya iba a salir en lo más alto, iluminando lo que era un dia gris.
Revise mi telefono y tenia mensajes de Maggie y Daniel.
Daniel:
Veronica, Magguie me conto que te fuiste a casa porque te sentías mal. ¿Estas bien? ¿Quieres que vaya? Házmelo saber. Te quiero.
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No me dejes caer.
RomanceA todos les llega su hora, ¿Cierto? A Verónica le llegaron 6 en la semana. Y eventualmente las 24 horas todos los días. ¿Quieren saber de que hablo? Sencillo, Michael Fields. El increíblemente guapo profesor de su escuela. Por sucesos de la vida las...