Capítulo cuatro: Spring term. [Parte 1]

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Summary: La escuela reanuda sus clases y Harry se siente enfermizo¹, y parece que el tiempo para decirle al director acerca de su relación, puede llegar antes de lo esperado.


[¹Feeling under the weather.]



Lo mejor del invierno, en la opinión de Harry, es la nieve. Esponjosa y bella, cubre y suaviza todo, dispersa el sol del invierno así todo el mundo brilla como esos globos de cristal que las hermanas de Louis coleccionan. La nieve tiene su propia magia, algo milagroso y de otro mundo y es tan hermosa por toda su efímera naturaleza. Esto hace que Harry se sienta como un niño de nuevo, sin preocupaciones y maravilloso, y la manera en la que Hogsmeade aceptan la nieve contra sus adoquines y la alberga en la sombra de los edificios como montones de diminutos diamantes, que siempre roban el aliento de Harry.

Harry despierta ante una habitación brillando con estrechos haces de luz, en el último día del año, esparcidos por las estalactitas de hielo que se aferran precariamente contra el borde del techo y que iluminan la estrecha franja en el extremo de la cama, hacia la parte superior del hombro desnudo de Louis, la inclinación de la espalda de Harry, el sedoso pelaje de Salem. Todo es suave y tranquilo, el sonido mañanero de la calle suena amortiguado por la densa alfombra blanca de nueve que reviste las calles y quita el polvo de los techos de las cabañas, como azúcar glasé. Todo parece suspendido en el aire de esta manera, todo el mundo difuso cuando Harry se despierta lentamente.

Es la víspera de año nuevo, nota cuando se estira, con cuidado con sus extremidades para no despertar a Louis accidentalmente. Niall está organizando su tradicional partido en el The Laughing Leprechaun, y hay una botella de Daisyroot Draught con el nombre de Harry. Tiene cinco días para que sus vacaciones terminen, y tiene la intención de aprovecharlas al máximo.

Moviéndose lentamente, Harry se desliza alrededor de Salem, que está tendida y balancea las piernas al borde de la cama. Está pensando en té y un omelet, pero tan pronto cuando se levanta, su estómago da un giro y la sala da un giro repugnante, lentamente. Lanzando una mano para mantener el equilibrio, Harry toma una fuerte inhalación del aire frío de la mañana para tratar de reprimir las náuseas que brotan por su garganta. Con su mano todavía envuelta alrededor de la cabecera de la cama, Harry cierra los ojos y cuenta hasta diez.

"¿Hazz?"

Sólo ha llegado a cuatro cuando la somnolienta voz de Louis corta a través de la tranquilidad de la habitación y distrae a Harry de su conteo. La distracción y el sonido de la voz somnolienta y suave de Louis hacen un mejor trabajo en quitarle las ganas de vomitar que eso de contar, de todas maneras. Colocando una sonrisa, aunque su piel se siente un poco pegajosa por el sudor frío y su estómago duele un poco, Harry se da la vuelta y murmura, "Buenos días, amor."

El pelo de Louis está en su cara, desordenada y esponjoso, y hay marcas de la almohada en su mejilla y su piel está erizada por el frío ondulando en la habitación, pero su voz es clara, aunque un poco ronca, cuando pregunta: "¿Qué está mal?"

"Nada," Harry dice alegremente, agitando una mano en el aire. "Estaba admirando la nieve. Sabes que amo la nieve."

Sostiene la mirada de Louis cuando le entrecierra los ojos, estudiándolo ante cualquier signo de que está mintiendo. Está casi saliéndose con la suya, puede ver los engranajes de la cabeza de Louis girando mientras lo contempla, quedándose quietos después, mientras se recuesta de nuevo y cierra los ojos, cuando el dolor en su estómago aumenta con tanta rapidez y de forma inesperada que no puede detener el grito agudo que cae de su boca.

Can't hide It, you might as well embrace it. [Larry Stylinson] [Español] [AU]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora