Oscuridad. Fuego. Gritos. Voces. Su cara.Me despierto. Había sido otro de esos sueños que me indicaba de que algo pasaba.
Eran las 3 de la madrugada. Me levanto y recojo mis cosas, al parecer mis vacaciones habían acabado.
Entro al baño y peino mi largo cabello rojo mientras me fijo en mi aspecto. Mi piel está más pálida de lo normal, mis labios más rojos y mis ojos eran como dos huecos completamente negros.
Salgo de allí y cojo una manzana que voy comiendo de camino al coche. No sabía hacia dónde conducía, había un instinto que me llevaba a mi destino. Así era, ya me había pasado varias veces y siempre mi cuerpo cobraba una vida que yo no conocía. Era como si fuésemos dos personas en el mismo cuerpo y que cada una tuviera un papel dependiendo de la situación.
Llego al destino y no me gusta para nada. Este era mi casa y estar delante de la puerta parada me aterroriza más de lo que pueda estar escrito.
La sala se encontraba hecha un desastre con muebles destrozados, cuadros tirados, cristales por el suelo... Era el típico escenario de película de terror dónde las cosas ni empiezan ni acaban bien para nadie. Pienso en las personas que en ese momento están en casa y me encuentro con la esperanza de que mi hermana no estuviera en el momento en el que paso lo que fuera que pasara. Eso solo me dejaba a dos personas... mi madre y mi padrastro.
Sigo observando la planta baja de la casa y me encuentro con escenarios cada vez más violentos y menos agradables a la vista. Voy a mi habitación y me dirijo directamente a mi cama para levantarla y así disfrutar con la vista de todos mis amados bebés, no sé cómo conseguí algunos, pero hace años que practico y sé utilizar a la perfección cada uno de ellos. Echo una rápida ojeada y mi mano se decanta por un cuchillo de combate negro y afilado que guardo en el zapato, unos shuriken, a los que le tengo mucho cariño, guardándolos en el bolsillo de la chaqueta y un hermoso revólver del calibre 48 con unos dibujos en marrón que lo hacen parecer delicado que guardo en el pantalón.
Recorro el resto de las habitaciones de la segunda planta y al final del pasillo escucho gritos de dolor que rápido reconozco como los de mi madre. Esto último solo consigue que mi ira aumente y que quiera hacerle pagar a aquella persona que le este hace daño a una de las personas a las que más quiero.
Mis pasos se vuelven silenciosos y rápidos y me adentro sin ningún problema en la habitación. Me arrimo al armario empotrado en la pared y observo la escena, una escena que se me hace parecida, pero que tampoco tenía ganas de ver. Un pensamiento cruza por mi cabeza y parece invadirla con mucha fuerza "haz que sufra" esas son las únicas palabras que se escuchan en mi cabeza y empiezo a poner en práctica todo aquello que sé.
Vuelvo a mirar la escena y analizo el escenario, los comportamientos del sujeto que me da la espalda y analizo todas mis posibilidades creando así una estrategia en menos de un minuto.
Me escondo de nuevo y es cuando escucho ese timbre de voz que tanto me ayudo y que ahora solo tengo ganas de matar, quiero creer que me equivoco, pero escuchar a mi madre pronuncias la oración "Erick para, por favor." hace que mi ojos se cristalicen, no puedo creer que ese hombre que le devolvió la sonrisa desde mi padre ahora la esté insultando y pegando. Ya no aguanto más, tengo que intervenir o la acabará matando.
Cojo los shuriken y lanzo uno con mucha precisión al hombre y otro seguido a la pierna haciendo que mi padrastro se gire mostrando una pequeña muestra de dolor, pero que no le impide acercarse a mí con el cuchillo en la mano y con una idea muy clara en su mente, matarme, pero eso no va a ser posible, por lo menos hoy.
Vuelvo a girar mi mirada y veo la expresión aterrorizada de mi madre, al mismo tiempo veo su cara llena de cortadas, golpes y sangre que hace que mi rabia aumente mucho más si es posible. Rápidamente cambio de plan y me dispongo a jugar con esa persona despreciable, quiero ver como en sus ojos se refleja el dolor que sufrió mi familia y no pienso parar hasta que sepa que ha cometido un grave error.
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Agrat-Bat-Mahlat
FantasyMi padre maltrataba a mi madre y esta se divorció. Encontró al hombre perfecto y todo era de color rosa, pero un día todo cambió, mi vida cambió y mi futuro también. Todos los derechos reservados. Aquellas novelas que contengan plagio serán denuncia...