Capítulo 11- La sorpresa

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Me desperté a las 11:35 con una alarma que estaba al lado mio mientras sonaba mi canción favorita.
-:¿Y esto?-dije al ver una carta con mi nombre
Abrí la carta y decia lo siguiente:
  
    Hola Trini 👑
Espero que hayas dormido bien, ya que hoy te espera un dia demasiado largo. 😴
                          Saludos 😘
                              Mateo ❤
Obviamente era de Mateo, y con Mateo no podías esperar nada pequeño. Encontré una nota pegada a mi velador que decia que a las 11:50 tenia que estar en la recepción toda vestida de color negro.
Me vestí con un top negro, una remera de The Beatles (Mi banda favorita) abierta a los costados, unos shorts negros con tachas y unas botas altas con cadenas.
Al llegar a la recepcion el encargado me llamo.
-: Hola ¿Vos sos Trinidad?
-: Si ¿Por que?
-:Necesito que me acompañes
-: Bueno
El hombre (Llamado Carl) me guió a un auto color negro estilo limusina con tachas y una impresión de The Beatles en la cubierta.
-: ¿Tengo que subirme?
-:Si, es del señor Mateo
El conductor (Llamado Fausto) me llevó hasta un jardín decorado con plantas negras y graffitis de The Beatles en las paredes.
A las 12:30 llegamos al destino: Un concierto privado con nada mas y nada menos que los miembros que quedaron vivos de bandas.
Luego de emocionarme y pedirles autógrafos a todos, lo vi a Mateo con una sonrisa de oreja a oreja caminando hacia mi.
-: Hola Trini
-: Hola. Esto es hermoso
-: Lo se, por eso te traje hasta acá
-: No puedo creer que hicieras esto solo por mi
-: Entonces creelo
Nos abrazamos y me llevó de la mano devuelta a la limusina, que nos llevo a un parque de diversiones.
Me subí a la rueda de la fortuna (Donde Mateo tomó mi mano y me besó) me compré un copo de azúcar y helado. Tambien subi al tren fantasma y a el Samba.
-: Esto es genial ¿Que hora es?
-: Las tres y media
-:Paso mucho tiempo desde que me desperté
-: Si, queria que el dia fuera largo
Me volvio a llevar a la limusina, y esta vez vimos un partido de baseball, donde mi jugador favorito lanzo la pelota y Mateo la agarró. Luego me la regaló a mi.
-: Gracias Mateo, lo que haces por mi es increible, no se como pagarte todo
-: No hace falta, con una sonrisa me basta
Me abrazó y le sonreí para agradecerle, luego me llevó al hotel, donde me regaló una caja de 50×50cm llena de dulces. Lo besé en la mejilla y subi a mi habitación, donde no dejé ni un solo dulce.              

 

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