Otra Historia de Kuroshitsuji... ¿Y Diabolik Lovers? |TERMINADA|

Capítulo XXII

Empecemos!

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Joder, como me duele la cabeza, tengo ganas de vomitar. Me cuesta abrir los ojos.

— Ngh... ¿Dónde estoy? — dijo mientras se frotaba los párpados.

Estaba en una habitación muy extravagante de color verde.
Estiré mis piernas pero al hacerlo escuche algo metalico chocar. Dirigí mi mirada a ese lugar y eran cadenas las cuales estaban unidas a mis tobillos. Wow, esperen, ¡estoy encadenada!
No, no, no, nop. Aquí algo no esta bien, primero la habitación y ahora esto. ¿Qué sigue, un loco jorobado que me torture? Ya bastante tengo con Jessica. Escuche a lo lejos que alguien se acercaba, así que decidí hacerme la dormida antes de que abrieran la puerta.

— Nii-san, ella aun duerme, ¿qué se supone que debemos hacerle? — preguntó el loco del parche y los lentes. Creó que se llamaba Shin.

— Creó que use demasiado cloroformo en ella, bueno es mejor que duerma, ya que no sé si la podremos contener. — dijo el tipo de la bufanda con nombre de hembra, mientras miraba por la ventana con melancolía.

Esto no es bueno, en absoluto.

— Nii-san, ¿para que quieres hacer le algo cómo esto? — preguntó.

— Para que seamos el clan superior, necesitamos hacer la ceremonia esta noche de luna roja. — dijo soberano. — Con su sangre podre curarme de esta enfermedad que persigue a los Tsukinami. — susurró mientras se iba, su hermano lo siguió desde atrás como pollito a gallina.

Una vez que dejé de escucharlos comencé a moverme estudiando el lugar en el que estoy. Busqué por las gavetas de los muebles y encontré unos prensa cabello, tome uno y lo use para quitarme las esposas. Una vez liberada me acerqué a las cortinas las abrí y todo estaba cubierto de ladrillos.
— ¡Qué demonios!

Me acerqué a las otras cortinas e igual que la anterior ventana estaban selladas. Mierda, estoy atrapada y no puedo usar mis poderes para no llamar la atención. Me acerqué a la puerta y giré el picaporte pero esta tenía llave, tomé el prensa cabello y cómo pude abrí la puerta. Salí por ésta para comenzar a andar por el gran pasillo. Todo estaba oscuro pero podía ver bien por la luz de la luna que entraba por unos pequeños ventanales que estaban en lo alto de las paredes. Una vez que llegué al final del pasillo me tope con una puerta de metal, la abrí y salí de esta. Subí por unas escaleras hasta llegar a otra puerta pero de madera, gire la manija y se abrió, pase por esta y llegué a un almacén lleno de cosas de jardín entre otras. Cruce todo el almacén hasta llegar a la otra puerta de madera, la abrí para salir y encontrarme con un pasillo lujoso con alfombra, candelabros, pinturas entre otros detalles. Caminé por unos cuántos minutos admirando todo lo que me rodeaba, cuando choque con la espalda de alguien. No caí al suelo ya que esa persona me tomó del brazo.

— ¿Cómo saliste del calabozo? —
preguntó Karla.

Mierda solo esto me faltaba. Él me tomó de la cintura y se acercó de manera brusca a mi cuello. Lo comenzó a olfatearlo de arriba hacia abajo, luego puso su fría lengua trazando la misma trayectoria, cuando sentí el filo de sus colmillos lo pise y me solté de su agarre. Ja, pobre iluso no se lo esperaba. Fui retrocediendo observando mi entorno para buscar una ruta de escape cuando sentí un golpe en mi nuca el cual me hizo caer. Me puse de pié para enfrentarlos, decidí activar mis poderes pero oh sorpresa no se activaban.