Beautiful

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Tras decir todo, un silencio sepulcral se adueñó de la habitación. Rin no podía estructurar una sola palabra coherente para expresar lo feliz que estaba, ni siquiera una expresión, nada. Makoto lo miró por unos segundos con tristeza, sabía use esto pasaría pero aún así se declaró. Decepcionado, se levantó de la cama y a paso lento se acercó a la puerta. A punto se abrir la puerta con lágrimas amenazando con salir, Makoto sintió una mano tomándolo suavemente de la camisa.

–¿Rin?–

–Makoto, no te vayas. No te odio, jamás pienses que lo haré.– Rin levantó la mirada, sus ojos estaban cristalizados y pequeños sollozos salían de ellos.

–Rin, no llores, me parte el corazón verte así.

–Makoto, tu... también me gustas. Me has gustado desde hace mucho. No sabía que sufrías así por alguien como yo. Soy un cobarde y nunca pude contarte lo que en realidad siento.– Los lloros de Rin incrementaron al ver la mirada triste que se formaba en el rostro del peliverde al escuchar sus dolorosas palabras.

–No eres un cobarde, nunca lo fuiste. Rin, es cierto que sufrí por ti, pero sufrí porque me gustas tanto que no soporto no poder estar a tu lado. Consideré cambiarme a esta academia solo para estar junto a ti.– Makoto no quería llorar, sabía que era notorio sus ganas de romper en llanto pero aún así no podía permitírselo.

–Claro que lo soy. No se como pudiste fijarte en alguien como yo. Siendo tan gentil y caballeroso debes tener a muchas chicas tras de ti, tal vez hasta haya algunos chicos que sueñan con tener una oportunidad a tu lado. ¿Tienes de donde elegir ya aún así eliges a un fracasado como yo?– Las palabras de Rin entristecían a Makoto y le dolían mucho. Nunca supo que el exitoso y extrovertido Rin fuese tan inseguro de si mismo.

–¿Alguien como tu? Te refieres a alguien tan hermoso y perfecto como tu, ¿quien no te querría?–

–Nadie me quiere, deberías buscarte a alguien que te merezca. Yo solo aparento confianza en mi mismo y pretendo estar siembro feliz para ocultar todo el dolor que cargo. Siempre llevo una pesada carga de sentimientos reprimidos en mi interior. Nunca nadie ha demostrado afecto hacia mi. Sosuke, Momo, Nitori y ustedes, son mis amigos pero en realidad nadie lloraría por mi si desaparezco.–

–Rin, no se por que piensas eso, pero es mentira. Todos llorarían por ti, todos se preocupan por ti, pero si no me dices lo que te pasa no podré ayudarte. Rin, te quiero, y e quiero mucho. Déjame ayudarte.– Makoto no pudo contener más la tristeza y soltó pequeñas lágrimas que resbalaron por sus mejillas y cayeron al piso.

–Todavía tienes oportunidad de irte. Tienes oportunidad de olvidarte de este momento y buscar a otra persona con la que puedas ser feliz y no tengas que cargar con sus problemas. Makoto, quiero que seas feliz. Las veces que voy a Iwatobi, te veo riendo con Nagisa, Rei y Haru, me doy cuenta que puedes ser feliz con o sin mi. Por favor, consigue a alguien mejor que yo, que solo soy una escoria pesimista e hipócrita que aparenta estar bien.–

Las palabras de Rin cada vez eran más dolorosas. El corazón de Makoto se rompía en pedazos cada vez que Rin pronunciaba estas horribles palabras. Lo amaba tanto y no podía dejarlo. Su vida estaba incompleta sin él, sabía que si le hacía caso y se buscaba a alguien más no sería feliz y solo rompería más el triste y sólo corazón del chico al que quiere tanto.

Rin continuaba murmurando cosas sin sentido mientras las lágrimas mojaban su largo y pelirrojo cabello al igual que sus labios y mejillas. Makoto no sabía que hacer. Sus lágrimas habían secado pues no podía llorar frente al pelirrojo. Había una sola manera de callar todas las mentiras que Rin susurraba sobre si mismo.

El frío que Rin siempre sintió en su corazón, fue calentado por una suave sensación que le era completamente extraña. Los suaves labios de Makoto se habían posado sin precedentes en los suyos. Los sollozos cesaron, aquel beso había traído paz y tranquilidad a todo lo ocurrido.

–Rin, todo es mentira. Tu eres un ser perfecto, la gente se preocupa por ti. No estás solo, me tienes a mi y a otros muchos amigos que siempre estarán a tu lado. Quiero que sepas que pase lo que pase estaré a tu lado. Rin, te amo, te amo tanto.–

El silencio volvió a reinar sobre todo. No se escuchaba un solo ruido mas que el viento nocturno acariciando los árboles. Makoto y Rin estaban acostados envueltos en el calor del amor correspondido y el sentimiento de apoyo que se tenían uno al otro, todo representado por el silencio que era tan relajarte y cómodo que Rin rápidamente quedó dormido en os brazos el peliverde.



–"Eres hermoso, Rin"–

You are beautifulDonde viven las historias. Descúbrelo ahora