.

4 0 1
                                    

Des pues de ese día no perdimos contacto, y desde entonces existieron las casualidades, nos encontrábamos en el autobús camino a la escuela, y él bajaba donde yo bajara sin saber a donde fuera, creo que eso me gusto de él, aveces caminaba con seguridad, se lanzaba al vacío sin conocer, yo podía sentir y notar su total seguridad que sentía al estar conmigo, Era como si caminaremos sin dirección alguna, en esos días donde me acompañaba a la entrada de la escuela me sentía la niña mas observada por todos, la mas dichosa, única, grande, su compañía me hacia tanto bien, no existía palabra que describiera el como me sentía a su lado.

Él Ladrón De Dulces Donde viven las historias. Descúbrelo ahora