.

4 0 0
                                    

Una mañana salgo de mi casa a prisa, en pijama, recién levantada,en chanclas, des maquillada, despeinada aunque el estar despeinada no fue sorpresa ya que nunca acostumbró a peinarme pero esa vez la palabra despeinada quedaba corta, al pasar un callejón escuchó un;
-¡Ssssh,Ssssh!
Alzo la mirada por curiosidad y ahí estaba una vez más,
-Buenos días, lo escucho decir
Agacho la mirada y le digo
-Hola, Buenos días.
Él;- ¿A donde vas?
Ella;- Por una pieza de pan, se me hace tarde...
Dando la media vuelta y dejándolo con la palabra en la boca, regreso corriendo a casa tratando de que no me vea, pero a ese niño no se le escapaba nada, pero esta vez solo me vio y se rió, sin duda una risa que aun llevó grabada.

Él Ladrón De Dulces Donde viven las historias. Descúbrelo ahora