—Por eso me iré durante un año a Inglaterra.
La voz de Luhan sonó firme, madura. Ninguno de nosotros pudimos creerlo cuando lo escuchamos. Conocíamos la situación del abuelo de Luhan —el cual vivía en Inglaterra solo y estaba cada año más enfermo— pero no esperábamos que Luhan fuera a tomar la decisión de abandonar nuestro grupo de baile para ir a cuidarlo al otro lado del mundo.
—Lo siento mucho. —se disculpó una vez más, inclinándose. Como si eso lo arreglara todo.
Vi cómo todos se abalanzaban sobre nuestro Luhan y lo abrazaban y despedían, como si se fuera a ir en ese mismo instante. Como si se fuera a morir. Como si ya nunca más fuéramos a volver a verlo.
Mis pies se hundieron en la madera del suelo y sentí que nadie me podría sacar de ese trauma en años. Había esperado a que ganáramos el DanceTournament para —después de muchos años— por fin declararme a Luhan. Y allí me encontraba, escuchando cómo iba a desaparecer de mi vida en cuestión de horas.
Se acercó a mí y, a la vista de todos, me dio un íntimo abrazo que ni siquiera desprendía calor.
—Sehunnie-ah, quiero que te portes bien, eh. Eres nuestro pequeño. Mi pequeño.
No le devolví el abrazo, no fui capaz de mover un solo músculo. Luhan seguía viéndome como al niño pequeño que conoció hacía ocho años ya. El niño al que le sacaba cuatro años de diferencia y al que le enseñó lo que era la masturbación.
Así como me abrazó, acarició mis mejillas y con una sonrisa en los labios me deseó lo mejor en ese futuro año.
Sólo cuando se subió al coche de Tao, quien lo llevaría a su casa para más tarde conducirlo al aeropuerto, desperté del shock.
Kyungsoo estuvo ahí para abrazarme y consolarme, y me llevó hasta mi casa, preocupado por mí. Una vez estuvimos dentro, sentados en el sofá, solos y tranquilos, me sentí mejor.
—Hun, esto ha sido inesperado para todos.
—Eso no quita —respondí, chasqueando la lengua— que no haya sido capaz de confesarme antes de que se fuera.
—Por favor, no te sientas mal. Él sabe lo mucho que lo quieres.
—No, Soo. Él cree que lo quiero como a un hermano mayor.
Kyungsoo guardó silencio y lo odié por ello, porque fue ahí cuando mis lágrimas empezaron a brotar de mis ojos, descontroladas.
—Luhan, ¿por qué me haces esto? —lo maldije, y solté mil y un cosas más groseras y desagradables acerca de su persona. Kyungsoo me escuchó sin interrupciones— Yo sólo necesitaba decirle lo mucho que lo amaba. Necesitaba que me correspondiera.
—Entonces ahora puedes asegurarte.
Fruncí el ceño y miré a mi mejor amigo, esperando a que se explicara.
—Puedes mejorar este año, hacerte todo un hombre. Y así, cuando vuelva, verá lo mucho que has crecido. Y corresponderá tus sentimientos.
—Eso suena muy idílico, Soo.
—No hay otra forma, tienes que vivir con ello y adaptarte a la situación.
Miré de vuelta al suelo y limpié mi cara con mis manos, que aún estaban sucias del suelo de la sede del DanceTournament. Respiré hondo y me recosté en el sofá. Kyungsoo se levantó de él y me dio un beso en la frente.
—Voy a casa ahora, cena bien y duerme, por favor.
Lo despedí con la mano y, cuando la puerta de casa se cerró, cogí rápidamente el móvil. Pero nada, ni un mísero mensaje de Luhan. Al parecer eso había sido un adiós para siempre.
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LayHun × HanHun ➼ memento
Fanfiction❝ Sehun, tú nunca fuiste de nadie más. Fuiste, eres y serás siempre mío ❞