El amor es un arte

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Los personajes de Bleach pertenecen a Tite Kubo.

Basado en la canción "El amor es un arte" de "Melendi". Contiene frases de la misma.

Advertencias: AU, contiene OoC. Incluye una escena de un vídeo que circula en internet sobre dos niños que pelean por la lluvia.

Aclaración: Estoy experimentando con un nuevo tipo de narrador, por lo que espero me disculpen si hay errores.

Dedicado a Ksy991. 

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EL AMOR ES UN ARTE

El día que conocí a Rukia no me imaginé el papel tan importante que tendría en la vida de mi familia, ni tampoco que la llegaría a querer tanto.

Recuerdo que era un viernes y que contrario a lo que el pronóstico anunció, fue un día nublado y llovió toda la mañana. Me encontraba parado frente a la reja negra de barrotes de aquel preescolar cubriéndome con mi paraguas negro de la llovizna que aún seguía.

Pasaba de la una de la tarde y las clases ya habían terminado, sólo unos pocos niños quedaban en el patio divirtiéndose en los juegos infantiles.

Eran aquellos niños cuyos padres llegaban tarde por culpa del trabajo. Ella también formaba parte de ese grupo.

La vi salir con su uniforme de marinero en color azul marino, una boina del mismo color y zapatos blancos. Ella buscó con la mirada a alguien, lo saludó y sonrió alegremente. Luego reparó en mí y se me acercó.

—¡Hola! —saludó. —¿Es papá de Ichigo? —me preguntó curiosa con aquellos ojos violetas tan expresivos.

Por mi trabajo muy pocas veces iba a la escuela de mi hijo, mi esposa Masaki era quien se encargaba de eso, pero ese día surgió un imprevisto y ocupé su lugar. Aunque traté de llegar temprano no pude hacerlo, pues de último momento llegó una paciente grave y tuve que atenderla. En aquél tiempo trabajaba en la clínica que heredé de mis padres, y que mucho tiempo después heredé a mi hijo.

—Sí. —le respondí agachándome un poco.

—Soy Rukia Kuchiki, voy con su hijo. —me dijo y extendió su mano para saludarme. Me pareció que se comportaba de una forma muy educada para su edad. Más tarde mi esposa me comentó que era hija de Byakuya y Hisana Kuchiki, dueños de una importante cadena de hoteles, por lo que ella tenía estrictas normas de educación.

Rukia me platicó que Ichigo estaba en el salón llorando en una esquina porque sin querer ella había roto su corazón.

—Pero se lo repararé. — agregó de inmediato.

Mi rostro seguramente mostraba la confusión que sentía, pero ella no pudo aclararme más ya que su padre la llamó desde el interior del coche. Corrió entonces hasta la acera y subió al lujoso carro negro que la esperaba con la puerta abierta.

Confundido y preocupado me dirigí al salón de mi hijo y, efectivamente, lo encontré en una esquina limpiándose las lágrimas. Ichigo era un niño un poco sensible, siempre se lo achaqué a los excesivos mimos de Masaki. A veces se lo reclamaba, pero siempre me contestaba que para una madre el amor hacia un hijo nunca era excesivo, que tenía que aprovechar que era pequeño y que se dejaba querer. Y yo ya no podía rebatirle nada.

Mientras me acercaba imaginé que tal vez Rukia había roto algún juguete de Ichigo y que por eso él lloraba, pero lo que me contó su profesora me dio ternura y fue el origen de una idea que me persiguió por mucho tiempo.

El amor es un arteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora