— Estoy enamorado de las cosas pequeñas e insignificantes; como lo son el atardecer, las estrellas, el simple hecho de ver cómo la luz traspasa por los árboles e incluso el sonido de sus hojas. De igual forma como me gustan estas cosas me gustas tú, me gustaría tanto disfrutarlas contigo e incluso puedo imaginarlas estando contigo. Quiero enseñarte lo que me vuelve loco, quiero que me vuelvas loco y que al momento que sepa que te voy a ver comiencen los nervios, que mi corazón se acelere y de esta forma sabré que me he enamorado de ti.
Ayúdame a conocerte, enséñame a experimentar cosas nuevas que nunca haya sentido. Te quiero querer y quiero que me quieras tal como lo sabes hacer. — Sonríe para luego ubicar sus manos en mi cintura. — ¿Me concedes el honor amor de mi vida?
— A ti todos los honores, querido anónimo.
Entonces, me miró a los ojos y sonriendo se acercó más a mi cara. Sabía lo que pasaría, quería que pasara y cuando sucedió, puedo jurar que vi fuegos artificiales, mis hormonas se descontrolaron y su perfume me dejo mas tonta que ese beso.
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Cleo ¿Quieres Otro Libro?
Novela JuvenilSe conocieron por casualidad, que es como se suelen conocer los grandes amores, casi siempre por casualidad.