Prólogo

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El reloj acababa de marcar las 3:29. Solo faltaba un minuto.

Annabelle se sentía desesperada por terminar un lamentable año más.

Wren, se paraba en un banco y junto a sus compañeros contaba los segundos que pasaban como horas.

Destinity planeaba una fiesta de despedida.

Noah realizaba su lista de actividades.

Ginger tuiteaba chismes sobre lo que vendría en las vacaciones.

Y Lucas... Lucas estaba durmiendo.

Eran las 3:29 y todos planeaban cosas distintas. Ya no. Ya eran las 3:30 y todos corrían como si su vida dependiera de ello. Menos Destinity, porque sus tacones se arruinarían si lo hiciera.

Annabelle corrió por todo el patio hasta llegar a la salida, de vez en cuando miraba hacia atrás y se apresuraba. Llegó a su casa luego de diez minutos galopando sin cesar. Al cerrar la puerta vio que cayó un papel del buzón. Lo tomó, tenía un color rosado y una cinta roja de encaje... Lo leyó.

Luego de diez minutos de una charla animada, Wren, por fin salió de la institución. De repente, justo a pasos de la entrada de su casa chocó con skater que pasaba distraído. Cayó contra el buzón logrando que este se abriera y cayeran sobres. Se disculpó, se quedó hablando algunos minutos y luego sin darle importancia tomó las cartas, sin saber que una provocaría grandes cambios.

Destinity al salir del colegio tuvo un ocupado día de compras. Hacía varios días que venía observando un par de zapatos, del cual de su talle quedaba solo un ejemplar. Por eso, se las ingenió para "reservarlos", y los escondió en un lugar donde nadie los viera. Precisamente, se encontraba rebuscando entre un rincón de cajas para encontrarlos. Se sorprendió al ver un pergamino en color violeta.

Casi tres horas desde que llegó a su casa, Noah, solo pensaba en que libro leería primero. Hasta que se decidió. En ese momento, salió de su casa directo a la librería. La chica tan amable que lo atendió, le regaló un separador. Estaba en una bolsa. Al abrirla, el separador era particular. Tardó varios minutos en darse cuenta que había un mensaje en el.

Ginger se encontraba quitando cosas de su casillero, cuando recibió una notificación. Más bien un correo que no era de esos típicos publicitarios. Algo la inquietaba: Nadie sabía sobre esa cuenta, ya que era su correo anónimo.

Lucas caminaba entre la multitud sin ganas, indiferente para llegar a su departamento. Abrió la puerta, tiró su mochila al piso. Escuchó el sonido de alguien hablando dentro del espacio y se asustó. Se tranquilizó al darse cuenta que era el sonido del televisor... Pero se volvió a alarmar al darse cuenta que él, no lo había prendido. Junto a el había un vaso, un plato con una galleta mordida y una nota.




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