"Todos quieren ser "únicos y especiales"; esto denota lo marchita que está nuestra sociedad, el individualismo no es más que atar tu vida al rechazo y la soledad...la falta de comprensión esconde frustración y tristeza..."
Por mucho tiempo, romper cucharas, lápices, el control de la tv, el seguro de la puerta y entre otras cosas, eran un martirio diario, un sufrimiento que me llevo al límite de la frustración; ¿qué hice? Tuve que aprender a vivir con ello, quizás en el camino desarrollé alguna que otra obsesión extraña, lo suficientemente raras que hasta la más pasiva de la ciudad me podría hacer bullying, por eso mi madre fue una gran ayuda para que no terminara cayendo en la desesperación y me suicidara, lo cual era muy difícil, para mí morir como lo hace un humano promedio es técnicamente imposible...
-Levi, mañana toca abrir temprano.-
-Si lo sé, ya deje todo listo.- Aunque no lo parezca, tengo 25 años, mi complexión es pequeña y delgada, visiblemente débil e inofensivo, en apariencia soy todo lo que me gustaría ser, pero en realidad soy un tipo imposible de someter.
-Que bien, como siempre eres tan dinámico.-
-Alguien con pocas virtudes como yo debe trabajar muy duro.-
-¡No digas eso! Tú eres un buen hijo, nunca me das problemas, siempre me apoyas con la casa y el local, y a pesar de que no tuve la posibilidad de darte una carrera nunca me reclamaste.-Su tono de voz se torno melancólico.- Eres mi orgullo, y aunque aparentas ser agresivo, sé que eres un niño dulce.-
-Comprendo lo de dulce pero, ¿Un niño? No sabía que alguien que pasaba de los 20 fuera catalogado de ese modo.-
-Para mí, tú siempre serás mi niño.-
-Que exagerada.- Suspiro.- Deberías dejar de ver tantas novelas, te atrofian el cerebro.-
-Oye, no porque te sientas muy grandecito tienes el derecho de hablarme así.-
-Sí, sí, me voy a dormir...-
-Grosero.-
-Igual me sigues queriendo.- Me fui a mi adorada habitación, hoy podía dormir tranquilo, a pesar de que había sido un largo día no rompí nada, no hubo nada por lo que sentirme frustrado...
-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-
Levantarse en punto de las 5 de la mañana, otro día en el que debía tener alto cuidado en no destrozar el puto reloj al momento de apagar la alarma, aunque tenía como unos diez guardados, no quería comenzar mi rutina amargamente...Levantarme temprano era propicio para que me diera tiempo hacer mis actividades personales: ejercitarme, bañarme y desayunar; para que una vez terminado, a las 7 en punto levantara las cortinas de la tienda, todo lo tenía calculado...
-Son $54.50, ¿gusta que se lo embolse?-
-No hijo, así está bien.-
-Bien, aquí esta su cambio.-
-Muchas gracias, como siempre eres muy amable.- Me limité a asentir. A pesar de estar cerca de zona céntrica, habitábamos una colonia donde abundaban personas mayores, todos los días venían señoras con sus nietos, mujeres preocupadas sobre que harían de comer para sus esposos y estudiantes; había una universidad cerca, así que era muy normal que diario pasaran a comprar algo rápido para ir corriendo y evitar llegar tarde a sus clases.
-Cariño.- Me giré hacia mi madre.- Aprovechemos que ya me desocupe y que no hay nadie.-
-Esta vez se junto mucha mercancía así que tardaré un poco, ve a vigilar.- Kuchel salió con una escoba, yo me quede a sacar todas las cajas del patio trasero, llevaba cuatro o cinco hacia la tienda, para una persona era imposible llevar esa cantidad al mismo tiempo pero para mí no eran nada. Estaba por terminar de acomodar todos los productos cuando ella volvió.
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El placer de lo frágil
RomanceTodos tenemos una obsesión, una que se apega completamente a nuestra personalidad, pero nadie dijo que estaba prohibido contradecir esa regla, y mucho menos que existiera una persona que lo aceptaría sin importar qué. Ereri AU, OOC, Azúcar...