Cap. 1

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Era de madrugada, Rubius y Mangel habían quedado en ir a Argentina. Eran las 8:00 de la madrugada y tenían que prepararse para ir al aeropuerto.

Rubius: Mangel despierta se nos va a hacer tarde.
Mangel: Espera, 5 minutos más por favor.
Rubius: No Miguel, se nos va a hacer tarde.
Mangel: Está bien, ya voy.

Llegaron al aeropuerto y después de un rato subieron al avion, después de que todo estuviera listo el vuelo había dado inicio. Seis largas horas pasaron para al fin aterrizar, se hospedaron en un hotel de muy buena reputación, ambos en habitaciones diferentes.

Era de noche, había fiesta en el patio de aquel hote, ambos decidieron bajar para unirse a la fiesta, Rubén comenzó a tomar demasiado. Cuando por fin se terminó subieron para poder irse a dormir, Rubén estaba demasiado ebrio para caminar, así que Miguel lo apoyaba.

Rubius: Esta pared es tan sexy.
Mangel: Dejate de estupideces, por favor.
Rubius: No son estupideces tontito, ¿Y sabes? Rubelangel es real (Susurró al oido de Miguel), también admito mis sentimientos hacía ti, todo es verdad.
Mangel: Rubén, Rubelangel no es ni será verdad.
Rubius: Mangel, me gustas como no te lo imaginas.
Mangel: Estás mal chaval.
Rubius: Joder, hasta luego.

Rubén logra soltarse y se dirige a su cuarto.

Mangel: ¡Rubén! ¡Espera!
Rubius: ¿Qué quieres?
Mangel: Explicate por favor.
Rubius: Tengo sueño, no te diré.
Mangel: Oye Rubén puedes contar conmigo somos mejores amigos ¿Verdad?
Rubius: Mejores amigos... Sólo amigos.
Mangel: ¿Ah?

Rubius toma la camisa de Mangel con fuerza y lo acerca hacía él, no podía resistir así que se lanzó y lo besó.

Rubius: ¿Ves Miguel?
Mangel: Ru...
Rubius: Sólo estoy ebrio, nos vemos mañana.

Mangel llega a su habitacion se sienta en su cama y dice:

Mangel: Rubén, mi mejor amigo ¿El estaba ebrio?, el beso que me dió ¿Me gustó? ¿Me gustó sentir sus labios? ¿Y si quiero que vuelva a ocurrir?

Al día siguiente Rubén iba a salir a dar un paseo pero se dio cuenta de que había olvidado sus llaves, eso no le importó mucho así salió a caminar.

Rubén regresó al hotel de noche, recordó que había olvidado sus llaves así que fue al cuarto de Mangel y tocó la puerta.

Mangel: ¿Sí?
Rubius: Olvidé mis llaves y me preguntaba si podría dormir aquí.
Mangel: Claro que sí, pasa.
Rubius: ¿Puedo dormir de este lado?
Mangel: Sip.
Rubius: Mangel... Sobre lo que paso anoche.
Mangel: ¿Qué con eso?
Rubius: (Vamos Rubén, tienes que decirselo)
Mangel: Dime.
Rubius: Emmm...
Mangel: Rubén ¡Sólo dilo!

Rubén no pronuncia ni una sóla palabra. Miguel se acerca seductoramente a él y lo besa, ambos se funden en un beso tan apasionado que poco a poco sube de tono.

CAPÍTULO EDITADO (CORREGIDO).

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