La soledad tan personal, tan apegada a mí, la mayor parte de mí y de ti.
Tan significativa como la muerte, tan trascendente y confusa con la libertad, un tema que no todas las personas adoptan, ya sea por miedo o porque consideran que la soledad es para los depresivos o antisociales, hoy en día son contadas las personas conscientes de su existencia y ¿por qué menciono la existencia en el tema de la soledad? Porque como ya lo mencionó Octavio Paz en una sencilla frase: Sentirse sólo es estar consciente de sí mismo.
Entremos al tema, no sé por donde empezar, la soledad es tan compleja. Demos inicio con la pregunta ¿por qué no nos gusta la soledad? Quizá por ser tan triste pero no tan nociva como la muerte, pero sí más dolorosa que ella. En esta sociedad contemporánea nos aterra la soledad, por eso se abrigan con ideas mística, pues enfrentar a la vida con tus propios méritos, habilidades y recursos da miedo. Religiones, fiestas, ideas, clubes sociales, drogas, amor y amistades, ayudan un poco a evadir a la soledad.
Un dilema tras otro, la soledad nos confunde y no sabemos si es buena o mala, te pierdes o te encuentras en ella, nos hace un recuerdo que ha quedado en el olvido o propaga nuestra esencia. Quiero decirles que no es mala, es dulzura, es conocimiento y ayuda a encontrar el amor propio, miles de canciones y frases que hablan mal de la soledad, personas que no supieron adaptarse a ella se suicidaron y nos da temor pensar que ella nos conduce a la muerte, después de un largo trecho de lóbregos monólogos, donde se discute la soledad y la integridad ante la sociedad.
Allí, en la soledad abierta, nos espera también la trascendencia: Las manos de otros solitarios.
- Octavio Paz.La soledad es el camino difuso de nostalgias y latidos desperdiciados porque ya no hay a quién dedicarle la más mínima palpitación -aunque es probable enamorarse de la misantropía de una persona-. En estos tiempos ya no sabemos si vale la pena entregar el alma para formar una pareja o simplemente una amistad, somos seres tan fríos, tan egoístas y superfluos que cuando alguien quiere ser escuchado le negamos nuestra atención y después, en la nostalgia y abandono de nuestro ser, no hay nadie que quiera escucharnos.
Personas extenuantes, pláticas triviales y fiestas sin motivo para realizarse o las banalidades del amor no son pretexto para una vida solitaria, quizá sea solo parte de la personalidad. Cada palabra que habla de soledad está desvistiendo nuestro ser. Sabemos que duele, es horrible que haya tanta gente a nuestro alrededor y sin embargo la soledad sigue siendo el mejor abrigo.
Al desarrollar este tema no sé si es una herida personal que trata de salir o es el producto de tantas lecturas que me han fomentando estos pensamientos, se funde corazón y mente en mi expresión. Retomando el tema quiero inquirir ¿en qué momento llegó la soledad? Puede que haya miles de respuestas; algunas por amores que nunca valieron la pena, otros dirán que por un pasado que sabe a hiel, otros porque la vida pierde el sentido a cada momento, aunque somos el sentido misma de la vida. La respuesta a la pregunta es que la soledad llega cuando nos volvemos conscientes de nosotros mismos, cuando el conformismo desaparece y queremos ser ese alguien que aún no somos pero existe en la ensoñación, la voluntad y el deseo. Decepcionante cuando la rutina bloquea los sueños y creemos que estar condicionados es lo correcto.
Sería la salvación de la existencia que pudiéramos tener dos vidas una quizá para equivocarnos y otra para ser mejor.
Caminamos sin sentido y existen diversas formas de evadir la soledad, la solución es aceptarla, abrazarte a ella, conocerte en ella y dejar de creer que nos hace sufrir. La soledad se cultiva pero como todo cultivo hay que saber cosechar, si decimos que la soledad nos aparta de todos jamás funcionará esta relación, sería mejor interpretarla de esta manera: la soledad aparentemente nos aparta de los demás pero nos conecta a nosotros mismos, una vez adaptado a ella podemos conectar con el exterior. Somos más persona cuando estamos solos. La única existencia de cielo e infierno está en la soledad, puede que ese vacío que nos jala de los brazos y nos hunde en la depresión de días indiferentes, o el edén donde nos volvemos ecuánimes y aceptamos las condiciones de una vida simple.
Al escuchar la palabra soledad nos recorre un escalofrío, y la mayoría de personas no quieren estar solas; quizá sea la dama más caprichosa pero la más fiel. A veces creo que no vale la pena conocer ni a la mitad de personas que llegamos encontrar en el transcurso de nuestras vidas, esto sería un buen pretexto para estar sólo.
Pero en cambio a ti te tengo mi fiel enamorada
Solo contigo me entretengo,
Me vigilas a mis espaldas
No cruzamos palabras,
Juntos nos ocultamos
Ya que tu silencio
Te llamare por sobre nombre, mi dulce soledad.
- EnjambreLa soledad siempre está personificada como una mujer que nos hace sufrir, una dama que se pone celosa ante la presencia de una persona que trata de integrarnos al mundo común; ya es hora de madurar e interpretar la soledad de una mejor manera. Como toda mujer destila cierta seducción, lo que ella ofrece es el silencio más íntimo para acallar el dolor del exterior.
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Tema dedicado a una chica llamada Lizbeth, por este mal de amor que me regalaste, tu indiferencia que me enamoró y tus pasos que yo seguía cada vez que te veía.
Aquellas lágrimas que no viste pero existieron, las palabras que no me permitiste darte, los besos y las caricias que no he probado de tu boca.
Solo espero un día olvidarte, por lo mientras estaré con mi soledad entendiendo porqué no funcionó y lo más importante aprendiendo quién soy.No te he podido olvidar, te extraño, quizá mañana ya no.
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Dejar De Ser, Para Pertenecer
PoetryMuerte, soledad, individualidad y existencia. Temas a tratar en este pequeño ensayo.