Capitulo 3.

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Una noche fría en un pequeño pueblo de Canadá llamado Vancouver, un dama trigueña caminaba a altas horas de la madrugada, aceleraba el paso con ganas de llegar a su hogar y descansar, pasando con la calle 23 por un callejón escucha un llanto en una caja. La mujer curiosa se devuelve y ve a un tierno bebe, llorando del frío, aún que estaba arropado con una manta negra. El frío a esta hora era mucho para un bebe, le podía hacer daño. La dama toma al pequeño sin pensarlo y lo carga en sus brazos, al verlo el bebe ríe y la mira con unos ojos color zafiro. La dama no deja de verlo con esos ojos tan inocentes.

***

El bebe de aquella noche ya no era una criatura inocente, era un adolescente rebelde con diversos tatuajes, su belleza no tenia comparación y sabia como utilizarla para enamorar a las mujeres de su pueblo, sin ser el la víctima de enamorarse, sus ojos eras cambiante tenia diversidad de tonos azules, dependiendo de su humor, era muy blanco y su cabello castaño alborotado, su cuerpo bien formado como esos atletas, su sonrisa perfecta que al verla no podías dejar de sonreír, amaba vestirse de negro y muchos del pequeño pueblo temía por su presencia.

-Hey sr Millian- habla uno de sus compañeros

-¿Dime? - habla sin mirarlo

-Señor tenemos reunión a la 12 en el callejón 23- habla el chico moreno con miedo

-ok- dice sin mas nada

***

Por fin llego a mi casa, mama esta muy enferma su cáncer cada vez empeora mas, me da miedo perderla, voy hasta donde esta su habitación y la miro muy pálida y sin energías

-Hola madre- la abrazo muy delicadamente y ella me devuelve el abrazo

-Hola hijo, te estaba esperando- me mira y sonríe, diría que ese momento quedara fotografiada por toda mi vida

-¿Madre como te has sentido? ¿la doctora que te dijo? - la observo con preocupación

-Millian, hijo estoy bien no te preocupes por mi- toma mi mano su cuerpo esta helado, ignoro lo que me dice, y busco una cobija para terminarla de ponérsela

-¿Porque no me dijiste que tenias frío?, te me vas a enfermar mama- y le doy un beso en la frente, en ese momento entra la doctora y me llama para hablar en privado.

***

Pase mi tarde con mi mama, riendo y conversando hasta que llego un momento y dejo de reír, mi preocupación aumento

-¿madre pasa algo?- ella no me responde, mira al vacío - ¡mama!- y la tomo de la mano

-hijo tengo que confesarte algo, pero por favor no me odies- me mira con esos ojos tan triste

-mama nunca te odiaría, eres todo para mi- le aprieto la mano para que se sienta segura, - cuenta me que paso- la miro

- Hijo realmente no se como comenzar, pero de verdad solo quiero que me perdo...- sus ojos se fueron cerrando...

-¡MAMA NO! AHORA NO MAMA!- grito sin piedad en ese momento entra la doctora, pero ya era demasiado tarde mi mama se me ah ido, mis lágrima comienzan a caer y la doctora me abraza.

-Era su momento, ya los medicamentos no hacían efectos, era momento de irse de la tierra, en el cielo descansara- me observa con preocupación, sabia lo que me había dicho al salir pero no pensé que se me fuera tan rápido.

-QUE CIELO? ESA MIERDA NO EXISTE NO EXISTE! NO EXISTE NADA DE ESO DE DIOS NOO! PORQUE SI EXISTIERA PORQUE SE LLEVO... A MI.. MADRE...- caigo al suelo mi cuerpo no puede mas

-toma, tu madre me dijo que te entregara esto- me lo entrega y se va.


Cuando miro era una carta de sobre gris, lo arrojo y me tiro en el suelo

***

DEMONIOS Vs ANGELES Donde viven las historias. Descúbrelo ahora