Capítulo 4: Noah Farbe.

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Linduras! Ya volví pero rapidito. Estoy sin internet y no he podido subir. Pero estoy en la casa de una amiga así que estoy subiendo rápido. Las amo.

Besos!!

Voten y comenten!

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Me desperté antes de que el sol saliera. Abrí los ojos y lo primero que vi fue la vista panorámica de todo Londres desde mi ventana.

Lo siguiente que noté fue un poco más relajante. Matt rodeaba mi cintura con su brazo y respiraba tranquilamente. Estaba dormido.

Recordé todo lo ocurrido la noche anterior. Recordé todo lo que nos dijimos, lo que nos gritamos, lo que nos besamos. Y luego.....Dios! Matt sabía como moverse.

Suspire largamente saboreando un poco más este momento. Lugo me tendría que levantar y esperar tres meses. Tres meses en los que no sabía si Matt de verdad iba a esperarme.

Lentamente retiré el brazo de Matt y me dirigí al baño. Tenía los ojos hinchados y algo rojos. Pero no me veía ni por un segundo igual de enferma y mal que como me había visto estas semanas sin Matt. Recogí mi cabello y lave mi cara y mis dientes. Me di una ducha rápida, me puse ropa interior para luego maquillarme un poco y salir de nuevo al cuarto.

Pase ignorando la cama y a quien seguía durmiendo desnudo en ella. Tome una medias, una falda negra, camisa blanca y un blazer negro. Arregle un poco mi cabello y me dirigí a la cocina para preparar el café.

Estaba sirviendo el café un mi taza cuando mi teléfono sonó dejándome saber que tenía un mensaje nuevo.

Que sucedió con Matt? Cómo estas? Qué vas a hacer hoy? Qué va a hacer ÉL hoy? -Nati

Reí y respondí el mensaje mientras tomaba el café.

Hoy tengo una entrevista de trabajo. Comamos juntas en algún lugar alrededor. Te mando la dirección cuando llegue y ahí hablamos. Estoy bien -Alex

Respire hondo cuando escuché a Matt caminar hacia la cocina. Tome un sorbo del café y me prepare para lo que viniera.

Abrí mis ojos y exclamé cuando lo vi. Obviamente no me había preparado para encontrarlo completamente desnudo entrando a la cocina.

- Matt! Por dios! Cúbrete con algo!/ grité dándome la vuelta.

Escuche con él reía a carcajadas y se acercaba peligrosamente a mi para servirse una taza de café.

- No me da risa, cúbrete!- volví a ordenar.

- No hay nada que no hayas visto o tocado ya- comentó burlándose.

Abrí mis ojos excesivamente y luego resoplé. Tome mi cartera y mis llaves y me prepare para salir de la casa cuando lo escuche.

- Quizás deberíamos salir con otras personas durante estos tres meses. Sólo para que de verdad sepamos que nos queremos quedar juntos.

Respire hondo sin voltearme. Yo era quien había decidido sobre los tres meses. Yo había sugerido esperar. Pero el hecho que Matt sugiriese ver a otras personas la noche después que habíamos.....simplemente dolía, dolía mucho.

- Claro- mentí sin importancia- Así estaremos completamente seguros.

No escuche no dije una palabra más. Salí de ahí y espere veinte minutos sentada en el auto convenciéndome de no llorar, o peor, de no salir y matarlo para que se largara de mi vida.

Tenía que admitir que me gustaba Londres. Era una ciudad fresca, simpática y muy old-chic. Pero si tuviera que decir algo que odiase de esta, sería fácilmente todo los atascos que habían siempre. No había mucho de donde escoger tampoco. Era estar una hora en mi auto o estar una hora en el tren rodeada de mil personas invadiendo mi espacio personal. Entre mil personas pegadas a mi o mi cómodo auto.......Bueno, la respuesta era obvia.

Luego de una hora completa en el auto y de que mi trasero quedara entumecido, por fin llegue a la galería de arte.

Salí del auto rápidamente y me apresuré para hablar con la secretaria de la galería, me quedaban sólo cinco minutos para llegar a mi entrevista y todavía no sabía donde era.

- Lo siento- le hable a la morena de afro y verdes ojos- Estoy buscando la oficina del señor Farbe, tengo una entrevista con él.

- Claro, es la última puerta a mano...- antes de que ella pudiera terminar un hombre la interrumpió.

- Yo me encargo, Linda. Gracias, sigue con tu trabajo.

Era del mismo tamaño que Matt, es decir, muy alto. Tez blanca y perfecta, ojos tan azules que parecían brillar, cabello negro y liso perfectamente limpio y peinado en una cometa hacia atrás. Vestía un impecable traje color plata, una camisa blanca y una corbata de un tono más claro que sus ojos. Desprendía fuerza, control y seguridad desde cualquier ángulo que lo mirarás. Y si no hubiese estado frente a él, probablemente hubiese babeado.

- Soy Noah Farbe. Acompáñame- me tendió la mano y lo seguí hasta su oficina.

Noah Farbe. Me sabía su biografía de memoria. Todo aquel que quisiera estudiar arte en Londres debía saberse su biografía de memoria.

Tenía 37 años de edad, lo que quería decir que era diez años mayor que yo. Era el hijo menor en una familia de tres niños y dos niñas. Sus padres habían sido muy adinerados, pero su padre había ganado todo lo que tenía empezando desde abajo. Tuvo que destacar en todo para hacerse un lugar entre su familia. Sus dos hermanos mayores eran boxeadores profesionales, una de sus hermanas era cantante en una banda de la que ahora rodaba películas biográficas, su otra hermana era una reconocida diseñadora y sus dos padres eran los dueños de uno de los más grandes bufetes de abogados en toda Inglaterra.

Noah había tenido que esforzarse y hacer de todo para estar donde estaba ahora. Se había convertido en un gran artista y ahora tenía galerías de arte por todo el país....sin la ayuda del dinero de sus padres. Además recaudaba fondos para orientar a niños en la educación del arte y donaba cantidades de comida y agua a miles de niños y familias en el mundo cada año. Eso sin contar que fue el soltero más codiciado en el mundo el año pasado por la revista Forbes.

Salí de mi trance y me senté en la silla que él sostenía apartada para mi. Todo un caballero.

- Bien señorita Bright, me encantaría saber sobre usted- tuve que evitar rechinar mis dientes al escuchar el apellido por parte de mi madre en su boca.

- Supongo que ya sabe mucho, señor Farbe. Mi currículum no suele dar ese apellido. Y supongo que sí lo consiguió por otro lado sabe que me daría cuenta si lo mencionaba- de repente la idea de que no estaba aquí por el trabajo me deprimió- Usted es alguien con muchos contactos y yo soy buena en mi trabajo, pero no a la escala de esta galería. Así que dígame señor Farbe, que necesita?

- Le sorprenderá saber que esto es lago que nos ayuda a dos. Pero llámame Noah.

- De acuerdo, que necesitas?

- Tu última escultura. Se publicó hace no más de una semana. Es....me recuerda a algo de mi pasado. Algo que hizo que me pusiera a investigar. Y encontré que además de hacerme recordar, tú eres la persona indicada para ayudarme a conseguir lo que quiero.

- Y que quieres, Noah?- debía estar volviéndome loca, pero por alguna razón sentía que debía escuchar lo que me iba a decir.

- No es algo, es alguien.

Entonces su ojos brillaron y supe que fuera quien fuese, era alguien condenadamente importante para él.

Viviendo con el Enemigo. Ilegalmente perfecto IIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora