2# La Fábrica.

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Después de la voz, todos se quedaron petrificados. Un goteo de alguna tubería se escuchó a los lejos. Una alfombra roja se ilumino frente a ellos. Veruca fue la primera en aventurarse y camino hacia ella. Se detuvo tocando su cabello marrón y esperó a que algo sucediera. Pronto Augustus la siguió y ambos se quedaron plantados en la gran alfombra.

Avanzen, ordenó la voz que provenía del techo.

Violet, Mike y Charlie caminaron junto a Veruca y Gus. Exploraron como por 10 minutos mirando solamente la alfombra y así mismos, cuando de repente el camino termino y solo se veía un agujero enorme.

Era negro y los cinco jóvenes se agolparon a mirar en el interior. Veruca se apoyo en el filo... y resbaló.

Gritos. Veruca chilló siendo tragada por la inmensa oscuridad, hasta que no se escuchó más que un golpe seco. Los cuatro que quedaban arriba se miraron sin hablar.

— ¿Deberíamos buscarla?, preguntó Mike con una sonrisa burlona.

— Primero debemos ver que hay abajo y aceptémoslo, pudo haber muerto. Es más para eso podríamos estar aquí, le respondió Charlie.

— Grosero, espeto Augustos con una mueca de disgusto.

— ¡Miren! gritó Violet señalando algo.

Una señal. Escrita con malvavisco y chocolate. Formaba una flecha que señalaba hacia el acantilado con una clara inscripción.

Salten.

Desde el abismo, la voz aguda y nasal de Veruca salió como un consuelo para todos.

— Chicos, tienen que ver esto, había dicho ella.

Los cuatro se miraron y Mike sin pensarlo se acerco a la cornisa.

— Los vi losers, dijo mientras saludaba como soldado y se dejaba caer de espaldas.

Los tres chicos restantes se quedaron petrificados. Las voces de Mike y Veruca se escuchaban felices desde el abismo.

Se tomaron de las manos y saltaron.

Charlie sintió como la fría oscuridad le tragaba, sentía como si no cayera y solo estuviese suspendido en el aire. Sintió un objeto rozar su piel y escucho como la cuerdas de un arpa sonaban. Gus gritó que el objeto era exactamente eso y que era imposible que estuviese flotando por ahí. Charlie sintió la mano helada de Violet contra la suya y estuvo a punto de hablarle, cuando sintió cosquillas en su cuerpo, como el atravesar una pared invisible llena de pixeles.

Y cayeron en una cama de nieve.

Todo estaba iluminado, la luz cegó a todos por un instante. La nieve no estaba tan fría como debería. Charlie miró hacia arriba con sus mejillas rosadas por el cambio de temperatura, observó un cielo metálico, plateado, con estrellas dibujadas. Era bello, pero no tanto como el cielo real. Nuestro amigo escudriño el resto del panorama. Concluyó en que se encontraban en una especie de caja de metal con nieve artificial, ya que estaba fresca, pero no húmeda ni lo suficientemente fría para ser de verdad.

Los cinco chicos se miraron entre sí. Todos estaban mudos en el lugar donde se encontraban, ninguno se movió durante varios minutos, hasta que Gus habló:

— Será mejor buscar una salida

— ¿Y sí es más peligroso? Aquí no hay amenazas, al menos visibles, respondió Violet.

Una vibración se produjo en el techo. Todos miraron hacia este y entonces una voz hablo:

"Bienvenidos visitantes ¿Qué les ha parecido lo poco que han visto?"

— Muestra tu cara, le dijo Mike a la voz.

"¿Así que quieres saber de mí? Soy Willy Wonka, creador de la fábrica"

— ¿Para qué nos trajiste?, le dijo Charlie con inocencia.

"Mis queridos niños, Charlie tú en especial. Tantas dudas sin resolver. Y eso es exactamente lo que harán ustedes.

Resolver."

— Díganos que quiere pedazo de...

"Calma Veruca, conmigo no te servirán tus rabietas, pequeña diva. Ustedes están aquí, para resolver el enigma de la fábrica, tienen un mes para salir de ella, nos veremos hasta entonces. Sí es que sobreviven, mocosos"

— ¿A qué se refiere con eso?, preguntó Gus.

"Oh amante del chocolate, para eso están aquí, para descubrir mis acertijos y cuando resuelvan la inteligencia de la fábrica, podrán salir y conocerme"

— ¿Y cómo lo haremos?, preguntó Mike.

"Son genios al igual que yo, lo descubrirán. Por ahora gocen la nieve de azúcar, esta deliciosa"

— ¿Y qué hacemos... dijiste que debíamos sobrevivir? , dijo Charlie.

"Diviértanme, sobrevivan, sorpréndame"

Violet había estado callada mientras la voz hablaba. Algo en su memoria se activo y un recuerdo borroso divago en su mente. Ella recordaba esa voz de algún lugar en su infancia. Muy dentro de su mente, en la bóveda de su subconsciente estaba enterrado el recuerdo de esa voz, de ese hombre que había estado presente en su niñez. Pero ella lo relacionaba con la cara angelical de un niño, no, eso no podía ser. Un ángel no la secuestraría y no la enviaría a ese lugar de locos.

"Violet, has estado muy silenciosa, tú amas los cotilleos y hablar. ¿Qué pasó te comió la lengua unos de mis Oompa Loompas?"

Violet y el resto se preguntaron qué rayos sería lo que Wonka menciono. Pero ella solo negó con la cabeza, se resistió a hablarle.

"Ya veo, me tienes miedo pequeña chismosa. Muy pronto estaremos juntos princesa, más de lo que crees"

La voz se silencio. Pasaron cinco minutos en los que todos pensaron. Sabían que podrían morir, que estaban en un laberinto con una sola salida y esta estaba más oculta. Procuraron calmarse, pero su consciencia les decía que la fábrica era enorme.

Y tal vez, inteligente.

Se sentaron en un círculo. Veruca probo la nieve y sus ojos brillaron del sabor tan agradable que tenía. Charlie se había recostado en la pared, hundido en sus pensamientos, recordando un efímero trabajo que tenía en un motel solitario. Probablemente ya lo habrían despedido por faltar, pero así eran las cosas. Debía preocuparse por salir de ahí con vida.

— Mi sueño es ser periodista, dijo Violet.

Charlie no tenía ganas de hablar. Pero en vista de que nadie le respondió a ella, supo que tenía que entablar conversación, a pesar de que la chica tuviera la mirada perdida y melancólica.

— ¿Disculpa?, le dijo Charlie.

— Sí. Mi madre había mandado una solicitud para que en el verano yo fuera a New York a un taller de periodismo. Es irónico, en este momento podría ser verano y yo estoy aquí perdiendo el tiempo. O tal vez me denegaron la solicitud... no espera sí, no debo... no recuerdo. No debería preocuparme. Tal vez estaba allá cuando este sujeto me rapto.

— Yo trabajaba en un motel, le dijo Charlie con las mejillas encendidas.

— ¿Así que haces desnudismo o algo así? Necesito refrescarme la vista, le respondió ella dándole un puñetazo amistoso en el hombro.

— No... yo era conserje. Espiaba a veces pero nada más, le respondió él.

— Este hombre nos estuvo vigilando. Sabía lo del cotilleo, obvio, cuando estaba en el instituto era la chismosa del periódico escolar, ahora soy periodista. Pero ¿Qué será lo que quiere?

— Solo está loco, le respondió Mike.

— No quiero ser aguafiestas. Pero tenemos que dormir, llevamos mucho sin descansar, dijo Gus.

Y así, tomaron turnos para dormir. Unos vigilaban y otros dormían y así se rotaban.

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⏰ Última actualización: Jul 21, 2016 ⏰

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