No me lo creo

4.1K 243 45
                                    

Kuroo:
Tsk.. Es imposible, pero es verdad. ¡Agh! Sentir algo por mi mejor amigo, ¿Qué podría ser peor? Hoy he estado muy distraído, hasta Kenma me preguntó qué es lo que me pasaba. Suspiré y luego de cambiarme, fui a la cancha de voley para calentar un poco. Y ahí fue donde lo vi, maldita sea.. Siempre está sonriendo ese imbécil. Sus ánimos parecen la de un niño. Se ve tan tierno.

Pero aquella sonrisa se borró cuando vi a Akaashi, aún sigo creyendo que hay algo entre esos dos y no me agrada en absoluto. Esto no deberían ser celos malos, sino buenos. Creo.

— Oi.., apura, que vamos a entrenar. — Dijo Kenma sacándome de mis pensamientos.

— A-ah.. C-claro.. Ya voy. — Y solté un suspiro.

– ¿Seguro que estáis bien, Kuroo? Te noto muy.. Distraído.. —

— ¡Claro que estoy bien! ¿Cómo crees? ¿No ves lo preparado que estoy? — Dije mostrando mis músculos.

— Jum.. Como siempre, igual de idiota.. — Se encogió en hombros, a la par que guardaba su celular en su mochila.

Jugamos, era divertido hacerle bromas a Lev y cómo era maltratado por mamá Yaku por su altura pese a que se lo habían advertido varias veces. Tras eso, Taketora se la pasaba con el calvo del Karasuno para proteger a las mánagers del mismo bando, pobres chicas. A veces me pregunto cómo es que Kiyoko-chan puede tener santa paciencia para esos dos.

El tiempo pasó rápido que pronto anocheció, salí del gimnasio y la brisa era bastante buena, fresca tanto que me quedé observando las estrellas al aire libre, de nuevo vino a mi mente el peliblanco con hebras negras. ¡Agh! ¡Porqué tienes que aparecer en mi mente! E incluso siendo bro's, no puedo evitar sentir estas emociones.

— ¡Hey! ¡Kuroo! —

Hablando del rey de Roma..

— ¡Kuroo! ¡Kuroo! —

Vamos gato, no dejes que te observe pensativo.

Idiota.

– ¡Oye! ¡Respóndeme idiota! ¿Qué haces aquí solo? ¿No estabas con Kenma? — Aquella voz que me llamaba la atención, hacía que mis entrañas se estremecieran.

— ¿Qué quieres ahora, Bokuto? ¿No ves que estaba descansando? — Dije de mala gana fingida.

— Pues íbamos a ir a comer algo en la cafetería, con Akaashi y todo el grupo, ¿No vienes? —

Tsk.. ¿Y porqué con él y no conmigo? Negué con la cabeza.


— No, gracias. Ya comí. — Mentí, ahora tenía que robarle la comida a cierto ruso.

— ¡Bueno, será a la próxima! ¡Nos vemos! — Y dicho eso, se fue. Hasta que lo perdí de vista. ¡Demonios! ¡Si no hubiera mencionado a Akaashi hubiera ido!

Con taaaaantas ganas -nótese el sarcasmo-, me fui a darme una fría ducha. Y después de ello, fui a robarle comida a Lev, yo la necesito más que él, ¿Es que no ven que el chaval con esa altura ya no necesita más nutrientes?

¿Te Amo? [Bokuroo]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora