A Mis Pies [Yaoi Tmnt] CANCELADA

Capítulo 7: El Secreto

Como normalmente hacía, Leonardo se despertó mas temprano que todos sus hermanos. Se dirigió al baño para ducharse y minutos después salió en dirección a la cocina. Tal vez, su siguiente víctima ya estaría allí.

Cuando entró, sonrió con gallardía al ver a su hermano menor, Miguel Ángel.

-Oh, hola Leo! Hice tu Té de manzanilla y unas tostadas con mermelada de durazno. Todo como te gusta.

-Gracias Pecosito.- Dijo sentándose a desayunar. Micky se volteó dándole la espalda a Leo, siendo aprovechado el momento por él para observar sus piernas regordetas, su traserito, y su linda y tierna colita.

No pudo evitar morderse el labio al imaginarse a su joven hermano bajo él, gimiendo, mientras sus ojitos celestes lagrimeaban y sus mejillas pecosas se enrojecían, o con su boquita húmeda alrededor de su gran y caliente miembro, lanzándole su semen al rostro y a la boca, obligándole a tragar hasta la última gota.

Pero fue interrumpido por la llegada de su esbelto hermano menor.

-Hola Leo, hola Micky.

-Hola D.- Saludaron al unísono.

-Aquí está tu café y tus tostadas con mermelada.- Dijo Micky dejándole su desayuno frente a el.

-Gracias Micky.

Leo dirigió su vista a su inteligente hermano y lo imaginó en 4 patas bajo él, gimiendo, con lágrimas en sus rojizos ojos y en sus mejillas sonrojadas.

Pasaron varios minutos, Micky, Leo y Donnie acabaron de desayunar, pero la ausencia de su temperamental hermano les extrañó.

-Ire a ver si no está enfermo o algo así.- Dijo Donatello levantándose, pero es detenido por Leonardo.

-No te molestes, iré a verlo yo. Es probable que te saque a patadas.

-Buen punto, ve tú mejor..

Leonardo se encaminó a la habitación de su hermano menor, sin tocar la puerta entró, encendiendo la luz y cerrando la puerta con pestillo detrás de él.

-¡¡Sal de aquí!!- Le gritó lanzándole una almohada a la cara, pero fue fácilmente evadida por Leo. Éste sonrió con gallardía viendo a su temperamental hermano, estaba sonrojado y un mar de lágrimas caían por sus ojos.

El verlo así, excitaba a el líder. Se acerco y acorraló a Rafael sobre la cama.

El ninja de rojo cerró fuertemente los ojos mientras el color carmesí de su rostro aumentaba al igual que su respiración.
Leonardo sonrió una vez mas con gallardía y acerco sus labios al tibio cuello de su hermano, allí comenzó a lamer y besar.

Rafael sintió un escalofrío por su espalda, cerró los ojos fuertemente mientras se mordía el labio. Recordaba exactamente lo que había sucedido la noche anterior. Pero el comienzo de su celo provocaba las ganas de aparearse, siendo esta la razón por la que buscaria a su hermano para poder descargarse. Sabía que cometía un error, un serio y grabe error que su padre no le perdonaría nunca.

Por sus labios, sin su consentimiento escapó un leve gemido al sentir que su hermano clavaba sus dientes en su cuello.

Leonardo se levantó y se dirigió a la puerta, antes de abrir, dijo. -Si guardas el secreto, habrán más noches así. Es tu opción.- Dicho eso, abrió la puerta y salió de la habitación.

Rafael suspiró y aún sonrojado, dijo. -No le diré a nadie...

Continuará...