Capítulo 3.

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Cuando el sol se comenzaba a asomar por su ventana, Yifan sintió un cosquilleo en su vientre. Se retorció un poco antes de abrir los ojos y encontrar a Zitao repartiendo besos húmedos por su piel desnuda.

-Buenos días, gatito. -Saludó el lobo, descendiendo por su cadera y lamiendo esa zona.

-Buenos días, querido. -Su respiración se descompasó por las acciones de su pareja.

-Quería que tuvieses un buen despertar.

-Contigo, siempre los tendré. -Rozó la mejilla del pelinegro con sus nudillos.- Eres muy dulce.

-Sólo contigo, cariño. -Se acercó para darle un profundo beso en sus suaves labios.- ¿Qué dices de poner en práctica la fantasía de la que habíamos hablado? -Yifan lo miró, confundido.

-¿Cuál es? -El pelinegro rió.

-Lo del muñeco de felpa. -El rubio se sonrojó.

-Pensé que estabas jugando al decirlo.

-Pues no es así. Anoche mandé a un servidor a conseguir algunos artículos para divertirnos. -Trazó círculos en el hueso de la cadera del león. Yifan ronroneó y se le colorearon las mejillas.

-Sigue así. Me gusta. -Cerró sus ojos y se relajó.

-Y te gustará más cuando ponga en práctica lo que tengo planeado. -Tocaron la puerta. Zitao se alejó de su pareja. Yifan escuchó al pelinegro dirigir unas palabras con otra persona, luego cerró la puerta y volvió. Se sentó en la cama y acarició uno de los pezones del león. Éste suspiró al sentir el placer caer a su entrepierna.

-¿Quién era? -Habló un poco inconciente, pues se estaba concentrando más en las caricias a su pecho, que ahora bajaban por su viente y jugueteaban con su vello púbico de manera suave.

-Sólo uno de mis sirvientes. Me ha venido a avisar que el desayuno está listo. -Le dio una rápida lamida al botoncito del rubio, besó sus labios y fue a vestirse.

Yifan protestó por la falta de atención y se cubrió con las mantas. No pudo tener ni cinco minutos de paz cuando el lobo le quitó la frazada. Soltó un gruñidito y se acurrucó en la almohada.

-¿Así que quieres que te despierte mejor? -Escuchó la masculina voz de Zitao antes de sentir que era cargado hasta entrar en el cuarto de baño.

Lo sentó sobre el lavamanos y se colocó entre sus largas piernas. Rodeó su cintura con un brazo y con la mano libre empezó a tocar el pene semi-erecto del rubio.

-Uhm... Espero siempre hacer esto por las mañanas. -Susurró Zitao.- Es la mejor de las vistas que alguna vez pude haber tenido. -Dicho esto besó sus labios con dulzura. Yifan gimió y pasó las manos por el pecho del Alfa, disfrutando los músculos definidos bajo sus palmas.- Cariño, tu etapa de celo será muy continua ahora que estamos emparejados. -Habló el pelinegro una vez que dejó de besarlo.

-¿Qué tan continua? -Volvió a besarlo en los labios y bajó a su cuello para lamer esa zona. El lobo gruñó con satisfacción.

-De dos a cinco días completos de fertilidad cada mes.

-Eso no suena tan mal. -El león miró a su pareja y le sonrió.- A mí me parece de maravilla.

-Estarás muy caliente. Demasiado. No querrás salir de la cama. Tu cuerpo se sentirá sensible y deseoso de tenerme dentro cada segundo que transcurra. Tu olor me cegará y me volveré un monstruo al tomarte. Pero descuida, no te lastimaré, sólo te llevaré a la cúspide del placer. Rogarás para que derrame mi semen por todo tu cuerpo. Hasta el más mínimo espacio. -El rubio se había puesto tan cachondo de sólo escucharlo hablar de esa manera.- ¿Eso te parece bien? ¿Te agrada la idea? -Inició un vaivén suave con su mano sobre el miembro del doncel.

Pareja Del Alfa (TaoRis) [EXO/Yaoi] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora