Epílogo.

206 25 43
                                    

El gran Cass gruñía constantemente en desesperación, su agarre se afirmaba cada vez más haciendo que el bolígrafo en su mano se aplaste cada vez más. Pequeñas gotas de sudor corrían por su frente y su ceño se fruncía constantemente. No era normal ver al grandote tan serio, por lo general siempre estaba sonriendo y además tampoco era normal ver que alguien utilizará la caminadora como escritorio en lugar de ejercitar. De vez en cuando la mirada de Cass se perdía observando al pequeño teñido que tiene como novio, pero ¿Cómo podía evitarlo si luce precioso? Siempre ha sido fan de la vestimenta color negra en su chico, aunque cada que lo veía sin ropa era sin duda mucho mejor.

Zo, por su parte, se encontraba sentado mientras conversaba con el hombre al que la gravedad olvidó. En otras circunstancias Bill se sentiría un poco celoso pero él sabe que cuando Zo llega a un gimnasio es para andar como aquellas viejas chismosas, sólo va a conversar mientras finge hacer algo de provecho. Aunque, Cass podía apostar a que el colorido muchacho estaba hablando de lo bello que es el Cassamore. Así es, Enzo había visto en internet como los fans nombraban a su relación con el gran Cass y ahora no paraba de repetirlo, era lindo para su novio pero por la mueca de fastidio que Neville tenía se notaba que para él no era lindo ni agradable de escuchar en un gimnasio. Pero que le podía hacer, Enzo quizás sea muy (MUY) gay pero sigue siendo su amigo.

Bill termino de leer como por vigésima vez la carta y gruño como por centésima vez en dos horas. En verdad estaba odiando lo que escribió, ¿Qué tan difícil es decirle a alguien que lo amas demasiado? Ya se lo ha dicho como un montón de veces antes pero esta vez era especial, ¡Joder, era la carta numero treinta! No es cualquier carta, contando que Cass planea dar el siguiente paso: Pedirle a Zo que vivan juntos. Demonios, el día que Cass decida pedirle matrimonio al pequeño no debe ser por una carta. Quizás si ya que de esta forma confesaron su amor pero el hecho de lo muy difícil que va a ser expresarse lo desanima por completo.

Un Enzo ya fastidiado de no recibir una respuesta por parte de su amigo decidió ir hasta donde se encontraba su novio, Zo dio pequeños y silenciosos pasos hasta estar a unos cuantos centímetros de su novio. Al darse cuenta de que Cass no notó su presencia procedió a cubrir con sus manos los ojos del alto. Éste sintió el característico perfume de Zo llegando a su olfato y logrando que toda su piel se ponga chinita.

—A que no adivinas quién soy— Hablo Enzo intentando imitar algún acento pero resulto en total fracaso ya que mezcló un par de acentos.

—No lo sé... ¿Enzo? —Contesto Cass mientras rascaba su mentón como si en verdad estuviera analizando la situación. Cass hacia de vez en cuando eso sólo para hacer reír a su novio y claro que esa no fue una excepción.

—No, It's John Cena tuturutu—El pequeño colorido comenzó a imitar la danza de aquellos raperos mientras tarareaba el theme song de la tan famosa cara de la empresa.

—Ese chiste paso hace mucho, mi amor— Sonrió el más alto de ellos, estirando un poco sus brazos hasta tomar a Enzo por la cintura para después hacer que se siente en sus piernas — Te amo ¿Lo sabes?

El castaño repartió besos desde el cuello hasta la frente de su novio, éste sólo reía sonrojado debido a las cosquillas que la barba de Cassie le provocaba.

—Siempre me lo repites —Y no estaba mintiendo, cada que el castaño tenía la oportunidad le recordaba cuanto lo ama. Que si apuntó de salir al show, cuando están por dormir, cada que viajan, que si Enzo está en el baño, siempre se lo recuerda.

Cass recostó su mejilla sobre el hombro de su amado, éste no perdió la oportunidad y comenzó a jugar con el largo cabello del que siempre ha sido su mejor amigo, ahora novio. Las pocas personas que restaban en el gimnasio los miraban más que felices, probablemente les de un coma diabético si no paran de espiar pero igual lucían adorables.

Hey Enzo, How you doin?; Cassamore.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora