¿Que pasó?

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Son las 6:45 de la mañana, estoy en la cocina preparándole el desayuno a mi hermana. Hot cakes con maple y malteada de chocolate.

-¡Arabella ya está listo el desayuno!- anuncio y sale de su cuarto.

-Huele muy rico Kira, gracias- me sonríe y se dispone a comer. Me giro para terminar de ponerle su almuerzo para la escuela-¿Hoy te presentas en la oficina de la jefatura de policía?- pregunta.

-Si Ary, es tiempo de conseguir un empleo- río y me siento con ella.

-¿Cuándo regresa la tía Grisel?-

-En una semana, ya sabes que sus viajes de negocios son muy largos- respondo.

-Pero ahora que tú te vas a trabajar me sentiré sola... Otra vez- dice y baja la mirada.

-Ary ya hablamos de esto, sabes que puedes ir a visitarme cuando quieras, nunca te dejaré sola, es una promesa que le hice a nuestros padres, siempre estaré contigo- le doy un beso en su frente.

-¿Aún los extrañas?-

-Sabes que no me gusta hablar de ese tema.. Pero contestando a tu pregunta... Sí, sí los extraño, los hecho mucho menos- miro mis manos y  después a ella- Termina de desayunar, necesitas llegar a la escuela en 30 minutos. Corre- la animo, me levanto en busca de su mochila, la encuentro en un santiamén, esta niña es demasiado ordenada.

Arabella termina de desayunar en cuanto salgo, se lava los dientes y arregla su cabello una vez más, acto seguido se despide de mí y baja las escaleras como loca para no perder el autobús, me saluda desde abajo y le sonrío desde la ventana.

Mi pequeña Arabella ha crecido. Me da gusto que se haya convertido en una jovencita de 15 años muy inteligente, aplicada y educada, hay veces en las que pienso que es más fuerte que yo.
Me dispongo a dormir unas horas más para llegar al trabajo. Es mi primer día y tengo que estar revitalizada, pues los sueños de aquella noche no me han dejado en paz después de 15 años, justo la edad de Ary.

~~~~~

Voy de camino al trabajo, llevo unos jeans pegados, blusa negra y converse del mismo color, una coleta despeinada también me acompaña y estoy muy nerviosa. Conoceré a gente nueva y quién sabe lo qué me deparará el destino.
Después de cruzar unas cuantas calles, llego a una zona llena de restaurantes, menos mal, ya sé dónde comeré, bajo mi paso pues tengo 30 minutos de sobra antes de llegar a la jefatura de policía. De repente escucho ruidos provenientes de un local y mis sentidos se ponen alerta.

-Llamen a la policía, hay una alerta de bomba- grita un señor corriendo.

Me quedo mirando la escena, la gente está sumamente nerviosa y se apresura a salir corriendo del restaurante, todos salen menos una niña, parece que su vestido se ha quedado atorado en una silla o al menos es lo que alcanzo a observar.

Maldita sea ¿Alguien la va a ayudar? ¿No? Bueno. Corro en dirección hacia ella y le ayudo. Se escucha un leve pitido a lo que asumo es la bomba (si es que hay una). Logramos zafar su ropa mientras la niña me sonríe aliviada, nos encamino a la salida con paso apresurado pero me tropiezo en la entrada, maldito azulejo, me levanto y todo pasa en cámara lenta.
La bomba explota, pongo mis manos enfrente de mí como si eso me fuera a salvar y cierro los ojos, los abro al no sentir dolor en mi cuerpo, el fuego que irradia la bomba se queda encerrado en una burbuja transparente o eso parece, un pequeño latigazo me jala hacia las demás personas que se encuentran tan asombradas como yo. Volteo a mi derecha y veo a un chico con traje rojo... Flash, creo que así le dicen.

Ella lo Cambió Todo. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora