Apuesta Vírgenes

Asalto en la hermandad

Después de la escena pos-traumática una maestra, la señora Halsey me asignó mi habitación.

-¿Que te parece si te presentó a los demás chicos de la fraternidad?- pregunto James.

-Claro- dije.

James me guió hasta llegar a las escaleras, las subimos. En la parte de arriba eran básicamente todos los dormitorios. Cada puerta tenía una decoración diferente; unas con fotos y dibujos. Lo que me llamo la atención fue que había tres puertas decoradas femeninamente.

-¿Es una fraternidad mixta?- pregunté sorprendida.

-La única del campo- afirmó.

-Vaya- dije sorprendida.

-¡La nueva llego!- grito James.

Cinco puertas se abrieron dejando ver a tres chicas y dos chicos.

-¡Al fin otra chica!- exclamó una rubia.

-Tanta hormona masculina me estaba matando- dijo otra chica.

-Bienvenida, yo soy Amanda. La rubia es Alaska y la castaña es Scarlett- dijo Amanda.

-Yo soy Cameron y el es Scott- señaló el chico.

Scott hizo un gesto de "¿Que hay?" y me encoji de hombros dándole a entender que no había mucho.

-¿Quien era el chico de abajo que se comía a la chica?- pregunté curiosa.

-Dylan Reynols, el fuckboy del instituto Posey y el director de la hermandad, también mejor amigo de estos inútiles- dijo Alaska.

-Vaya, gracias primor- dijo sarcástico Cameron.

-Bien, nosotros nos vamos, aún necesito mostrarle el lugar a Kendall- dijo James.

-Fue un gusto chicos-me despedí con la mano.

Los chicos hicieron lo mismo y se encerraron en sus habitaciones.

James me llevó a dar una vuelta al parque para ir conociendo y despejarme más que nada de lo acababa de presenciar.

Al llegar de nuevo a la fraternidad una chica salió asotando la puerta y llorando.

-Wow ¿De casualidad ella...

-Si, es ella-contestó a mi pregunta

-¿Porqué salió llorando?

-Ella fue la de esta semana-lo miré incrédula, sabía a lo que se refería pero no podía asimilarlo.

Entonces, voy a vivir en una fraternidad con un idiota que se acuesta con todas pasa su momento y las tira como basura y poca cosa. Poco hombre.

-¿Porqué no hacen algo?

-Yo termine en el hospital por eso.

-Es un cobarde, poco hombre, hijo de...

-Hola, hola, hola. ¡James! Qué bueno que estás aquí amigo- dijo con una sonrisa demasiado fingida y dandole golpes en la espalda- Hola Kendall- me dijo con una sonrisa.

-Hola-contesté cortante.

-¡Uy! Alguien amaneció de malas- dijo soltando una risita- Princesa- dijo mirándome como a un cachorro-No sabes la suerte que tienes de hablar conmigo- se acercó y apretó mis cachetes.

James lo empujó haciendo que callera.

-¡Basta Dylan!-le gritó enfurecido-Más te vale que no te acerques a Kendall.-amenazó pero eso solo hizo reir a Cameron.

-¿O qué? James, por favor me haces reír. Supongo que te gustó el hospital. Tus deseos son ordenes.-sonrió.

Cameron levantó el puño hacia el estómago de James, quien rodó esquivándolo, pero el golpe cayó sobre haciéndome caer de espalda sofocada.
Cameron y James se acercaron a mi corriendo.
No podía respirar, empecé a ver borroso.