Consejero Amoroso ❤ [SLOW]

El consejero amoroso I

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Primer uke desesperado: Arthur Kirkland.
Edad: 23
Tiempo de relación: 2 años (formalmente)
Edad de la pareja: 18 años
Ocupación: Editor y traductor de libros.
Fetiche: los Unicornios
Miedo: a los soviéticos y el vodka
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☆Consejo número uno: Los dulces siempre funcionan.

-¡Se hace tarde!-Arthur grita , un adulto "maduro" y responsable que se encuentra parado al umbral de la puerta con un megáfono en la mano-¡Tienes que ir a la universidad, idiota!

A quien intenta despertar, duerme plácidamente, inmune a todo ese ruido. Alfred, el que milagrosamente logró ingresar a la universidad y vive con su novio desde hace un año y ya estaba acostumbrado a los cariñosos tratos de su pareja así que se preparó para la ocasión. Llevaba tapones en los oídos.

-¡Despierta!-vuelve a gritar a través del megáfono pero al notar que extrañamente no funciona, se acerca con la ceja levantada en señal de intriga y cuando logra analizar ve el cuerpo de quien duerme -a plena luz del sol y a las doce del día- con la boca abierta y babeando en una pose poco natural para dormir, se enfurece y decide tomar acciones agresivas. Va a las orillas de la cama y con una fuerza poco común en el, levanta el colchón y provoca que Alfred caiga al suelo, sobre el control remoto que se estampó en su cara.

-What the fuck!?-Obviamente, tal impacto le hace despertar y con un terrible dolor en su cara, se levanta alterado, con los nervios de punta y los cabellos más desordenados de lo que podían haber estado antes-¡¿Pero qué te pasa?!

-_¿Tienes idea de la hora que es?--Arthur vestía como siempre cuando no trabajaba. Jeans ajustados, camiseta olgada, chaqueta y unas botas Marteen's desgastadas negras. Es muy raro verlo vestido así pero le va muy bien y de hecho, Alfred lo prefiere así--Voy a salir, adiós--se despide con disgusto, cortante y con la voz casi nula. Siente que su relación no mejora y se queda estancada, las discusiones se volvieron más frecuentes, y el sexo es un dilema, incluso decidieron dormir separados por un tiempo. El trabajo tampoco ayuda, se ven muy poco tiempo y cuando lo hacen, terminan en golpes, con Alfred durmiendo en casa de un amigo o un en hotel.

Por su parte, Alfred siente demasiada frustración, quiere acercarse a su novio pero no puede, no siente el momento y cuando lo intenta, lo invade un sentimiento de rechazo, inseguridad. Ama a Arthur, por eso decidió dar el paso de vivir juntos pero actualmente las cosas van de mal en peor, no ha podido rendir las materias de tanto pensar en eso. No se siente bien, ni siquiera hoy, que es su cumpleaños. Arthur no lo felicitó. En cambio llegó a despertarlo de mala gana y luego se largó.

-Feliz cumpleaños, Alfred...

❤️❤️❤️

-Holy shit!- impaciente, se encuentra Arthur caminando por la calle mientras intenta desbloquear su móvil, olvidó la contraseña. Y está tan metido en ese problema banal, que no advierte a una persona queviene caminando igual de distraído que él. Al final sus hombros chocan y ambos tienen que dejar levantar la vista y afrontar el accidente.

--¡Perdóneme! no lo vi, estaba distraído, ¡En serio lo siento!

--No, no te preocupes, también fue mi culpa--devolvió amable el gesto, mirando a quien tan fervientemente exclamaba disculpas.

--En serio, mis disculpas, qué torpe fui...

--No, no, ya cálmate, sólo fue un accidente.