Este capítulo tiene contenido vulgar, con violencia verbal y situaciones sexuales agresivas que quizá no sean del agrado de muchos, por favor, léelo bajo tu propio riesgo, y recuerda firmar el pase VIP al inframundo, con tinta morada, por favor :DSegunda pasiva desesperada: Feliciano Vargas Edad: 25 Tiempo de relación: 6 años (casado) Edad de la pareja: 27 Ocupación: Chef de medio tiempo Fetiche: la pasta Miedo: *sin suficiente espacio para escribir*
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⭐️Consejo número dos: Un poco de agresividad no le hace daño a nadie
–Ve~ cariño, llegaste muy tarde–con su tono usualmente chiquiado trata de picar la consciencia del mayor– me sentí muy solo hoy–el joven castaño recarga melosamente su cabeza en el hombro de su esposo, que está sentado comiendo su cena–Ha pasado tanto tiempo desde que-
–Estoy muy ocupado, lo siento–le responde rápido, con la mirada más que cansada, parece que en cualquier momento va a desplomar su cabeza en el plato con la lasagna que cariñosamente Feliciano le preparó–Te quedó muy bueno, gracias por la comida–le dedica un rápido y tosco beso en la frente antes de pararse e irse directo a su estudio, a trabajar.
Realmente no ha pasado tanto tiempo desde que tuvieron sexo –de hecho ayer lo habían hecho en la madrugada– sin embargo esas sesiones parecen ser sólo un medio por el cual Ludwig, su esposo, descarga su frustración laboral y sacia su necesidad biológica. En esas ocasiones Feliciano nunca podía llegar al orgasmo pues de inmediato que su esposo terminaba, caía tieso sobre la cama y dormía. ¿No se daba cuenta del daño que le hacía a Feliciano? ¿Que perece que sólo lo utiliza como artilugio en el cual sólo introduce su pene y se corre como si de un contenedor se tratase?
El joven e inocente italiano se desvive por su esposo, lo ama, lo adora. Es su mundo, no se imagina una vida si él, una mañana sin esos fuertes brazos rodeando su cuerpo, un día sin decirle "Ve con cuidado, ti amo" o una noche en la que lo esperaba hasta tarde para recibirlo con un "Bienvenido a casa" para luego servirle la cena y verlo comer. Adora las reacciones de Ludwig cuando prueba la comida que le cocina, que a pesar del cansancio puede notar un brillo en esos ojos cristalinos y profundos.
–Ve...–se levanta la silla y se dirige al cuarto de baño, un baño muy caliente tal vez remplace esa falta de fogosidad sobre su cuerpo, ¡hasta se hizo un pearcing provocativo en el ombligo con la esperanza de prender a su hombre!–Eso dolió mucho–recuerda al ver la argolla atravesando la piel de su ombligo y luego de suspirar se mete a la bañera con agua espumosa–¿Y si ya no me ama?–se dice con tristeza y no pasan más de dos segundos para que sus brillantes ojos avellana se aguaden y dejen correr grandes gotas saladas que caen sin parar a la tina–Lud...
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El día es cálido, a la mitad del verano la temperatura suele ser elevada, aunque esto no parece molestarle ya que permanece tapado completamente con las cobijas pero su esposo se encuentra a su lado sólo con los bóxeres puestos y sin una sábana sobre él, es obvio que el clima sí es un problema para su cuerpo, no está tan acostumbrado al calor.
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Consejero Amoroso ❤ [SLOW]
FanfictionFrancis Bonnefoy es un hombre romántico que por el bien de las jóvenes parejas de amantes en crisis, ayuda a encender "la llama de la pasión" con consejos, ideas y la planificación de una inolvidable experiencia en la cama, en el sofá, en la nevera...