Capítulo 1.

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-¡Oh pequeña! Deja de llorar, te ves increíblemente fea cuando lloras. 

-¡No lo entiendo! ¿Cómo sólo así dejó de amarme?

-Lucy, es Marcus, sabes lo raro que suele ser.

-¿Y eso qué? No dejas de amar a una persona sólo porque se te da la gana.

- Se supone que quedaron como amigos ¿no? entonces aprende a verlo como un amigo, no estarás tan alejada de él. 

Mi mejor amiga había ido a mi casa por la tarde, Mirta siempre era la primera en enterarse de todo y en este caso fue la primera en enterarse de que Marcus había terminado conmigo. Obviamente yo estaba mal, increíblemente mal, la persona a la que más he amado en mi vida había terminado conmigo, la única persona con la que estaba dispuesta a tener hijos, con quién ya había planeado la vida perfecta se acababa de marchar. Adiós mensajes lindos, adiós salidas románticas, adiós poder dedicarle a alguien tu tiempo.

-¿Qué te parece si te arreglas y vamos a comprar ropa?

¡Oh! no por nada esta mujer era mi mejor amiga. Sabía perfectamente que llevarme a comprar ropa me haría sentir mejor y haría que saliera de la cama. Sólo asentí con la cabeza, me levanté, tomé mis jeans, una blusa, me metí al baño y en cuanto estuve lista nos subimos a su coche y nos alejamos de mi casa.

-Ya entramos a la mayoría de las tiendas y no te has probado ni una sola prenda.

-Lo siento, mi cabeza no está en la ropa.

-¡Mira! Tu tienda favorita, ven, vamos a buscarte algo.

Me tomó de la mano y me jaló hacia la que efectivamente era mi tienda favorita. En cuanto entramos vi un hermoso vestido azul y caminé hasta él, busqué mi talla y para mi desgracia no había.

-Hola- una voz me distrajo de mis pensamientos- ¿puedo ayudarte en algo?- era un chico de unos veintitrés años, alto, bronceado y una sonrisa perfecta.

-Sí, ¿tendrás este vestido en talla mediana?

-Claro, en un momento te lo traigo.

El chico no tardó en regresar con mi vestido y en seguida me lo fui a probar. Vaya que se me veía lindo, daba la ilusión de que tengo la cintura más delgada.

-¿Y?

-¡Guau! Se te ve espectacular, gira...- Hice lo que Mirta me pidió, era mi mejor amiga porque era la única persona más honesta de la escuela. -Se te ve increíblemente bien, llévatelo.

-Está fuera de mi presupuesto, aunque quiera no lo puedo pagar.

-Llévatelo y yo pongo lo que falte.

Que increíble manera de convencerme pero sí, compré el vestido.

Seguimos recorriendo el centro comercial y seguí comprando ropa, para ser honesta, soy muy buena comprando en rebajas y con cosas que valen la pena, sólo mi vestido no estaba con rebaja pero fue una buena compra. Para el final del día ya llevaba al rededor de 10 bolsas llenas de ropa.

-Creo que es suficiente por hoy, Mirta. Ya me siento mejor.

-Bueno, de verdad espero que te sientas mejor y no lo digas sólo para regresar a la cama.

-No, ¿Puedo pasar la noche en tu casa?

-¡Claro! Sabes que siempre eres bienvenida.

Eso era cierto, por algún extraño motivo la familia de Mirta me amaba y podía estar una semana en su casa y no les molestaba. 

Cuando salimos del centro comercial ya estaba oscureciendo, subimos al coche de Mirta y nos dirigimos a su casa. En el camino íbamos cantando a todo pulmón. Al llegar a su casa, cenamos, platicamos un rato y subimos a dormir. Y así fue como terminó ese horrible día.

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⏰ Última actualización: Aug 15, 2016 ⏰

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