«Realidad»

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Abrió los párpados con pesadez, sintiendo las miles de legañas pegadas a ellos.

Su celular no paraban de sonar.

Casi gruñendo, Natsu lo tomó de su mesa noche. Miro la pantalla y en ella, gracias al identificador de llamadas, se visualizaba el número de Levy.

Extrañado, contestó.

—¿Levy?— preguntó con la voz ronca, debido a su sueño aún presenté.

—¡Al fin! Pensé que no entenderías nunca— reprochó, para luego suspirar— Tenés que venir, Natsu. Ahora, antes de que haya un suicidio.

El pelirosa bufó, irritado.

—No me interesa saber si Lucy y Gray se están matando o si alguien tocó el pastel de Erza, no iré. Déjame dormir, por...—

—Es Juvia— lo interrumpió la peliazul, con un tono cortante. Advirtiendo que el asunto era serió.

Natsu contuvo el aliento y, en un movimiento rápido, salió de la cama.

El pelirosa estacionó su coche como pudo frente al Instituto, ya que él y los vehículos no se llevan bien, y divisando el salón de actos donde se realizaba el baile de primera, salió del auto y echó a correr hacia allá.

Llegó a la puerta, de un empujón la abrió y, casi con desesperación, trató de localizar a la dueña de su corazón.

Y cuándo lo hizo, siento un fuego abrasador subirle por las venas.

Cabello en cascada, maquillaje sencillo que hacía resaltar sus profundos ojos, un pequeño vestido azul que sólo dejaba en evidencia sus irresistibles curvas y su esbelto cuerpo.

Natsu casi sonría, hasta que noto las lágrimas en su rostro.

Ahí, a la orilla de la pista de baile, estaba Juvia. Observando cómo la persona que le gustaba estaba besándose con otra.

Natsu apretó los puños.

Dominado por un sentimiento indómito e irracional, dio grandes zancadas hacía ella. Juvia giró su cabeza y se vio extremadamente sorprendida de verlo ahí. Natsu llegó a su lado, tomó agresivamente su muñeca y la arrastró a la salida. Olvidando su bolso, su abrigo y ignorando las miradas de todos alrededor.

—¿Natsu-san?— interrogó, confundida.

Pero el no dijo nada, sólo siguió tirando de su agarre lo más que puedo. Queriendo escapar junto a ella.

Y, mientras huían, su mente invoco la conversación que sostuvo con Levy.

—¿Qué sucede con Juvia?— Cuestionó mientras sustituía el pijama por algo más decente.

—Ella está aquí en el baile de primera y parece que no estaba enterada de que Lucy y Gray están saliendo— se apresuró a explicar, tropezando con las palabras.

—¿Que?

—Si, vino con la idea de hacer su última esfuerzo con Gray. Pero al verlo con Lucy, y descubrir que llevan casi un mes saliendo, se rindió antes de tiempo

Voy para allá

—Natsu, ven. Pero cálmate, no te altere....— su voz se apagó cuando el pelirosa cortó la llamada. Saco una chaqueta del armario, cogió las llaves de su auto de la mesa de luz y salió con ímpetu de su cuarto. Recorrió el pasillo y troto escaleras abajo.

Hizo caso omiso de las preguntas de su padre y salió de la casa azotando la puerta

—¿A donde lleva a Juvia, Natsu-san?— la voz calma de la peliazul lo sacó de su trance.

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⏰ Última actualización: Sep 28, 2017 ⏰

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