Rescatando a un Malfoy (HARCO)

Epilogo

Generalmente los nacimientos son motivo de alegría y felicidad; sin embargo, para cierto héroe del mundo mágico, se estaba convirtiendo en motivo de dolor y... más dolor.

-¡Eres un maldito!- grito una vez más Draco, mientras estrujaba con toda su fuerza la mano de Harry- todo esto es... tu culpa- pronunció el rubio con voz débil y cansada, una vez termino esa nueva contracción.

-Soy un maldito, todo es mi culpa- acepto Harry de inmediato con lágrimas en los ojos, los presentes en la habitación no sabían si, era por el dolor de ver sufrir a su rubio, soportar los insultos o por lo deforme que estaba quedando su mano.

-Lo siento Harry yo no...- empezó a decir el rubio apenado por estar desquitando su dolor con el Gryffindor- ¡Jamás dejaré que me vuelvas a tocar!- grito apretando nuevamente la mano del contrario ante una nueva contracción.

-Draco, eso no lo digas ni de broma, mejor gritame más y destroza con confianza mi mano- rogó el pelinegro, que podía estar sufriendo la ira de su Slytherin en el parto, pero tenía sus prioridades y una de ellas era asegurar sus noches de pasión.

Mientras el rubio volvía gritarle que lo odiaba, Harry sólo podía pensar que aún enojado Draco era muy bonito, además de rogar porque existieran pociones que fueran capaces de reconstruir su mano.

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Harry observaba embobado como tras el cristal su bebito se ponía rojito.

-Creo que ya se cago- dijo Ron, que también estaba observando al bebé.

-¡Ron!- regañaron Hermione, Pansy, Theodore, Neville, George, Remus y Sirius, quienes fueron sacados de su momento tierno, por la asquerosa realidad que Ron señalo.

-¿Qué?, está rojito porque se cago, es una función perfectamente normal- se defendió Ron, algo indignado por su regaño colectivo.

-Eso es cierto, no molesten a mi pelirrojo, el solo dijo lo evidente- defendió a su pareja Blaise, mientras lo encerraba en un abrazo consolador.

-Lo sabemos, pero cuando es la primera vez que vemos al bebé, no queremos pensar en que se acaba de cagar- habló esta vez George.

-Pues parece que ya se pudrió, porque la enfermera que lo está cambiando, se ve como si estuviera teniendo un exorcismo- comentó nuevamente el pelirrojo, apuntando hacia el lugar donde se veía a un enfermera cambiar el pañal del bebé con una cara de asco, que cambió inmediatamente a una imperturbable, cuando notó que la estaban observando.

-Mi bebé no se pudrió Ron- regaño esta vez Harry, ofendido porque su amigo dijera algo así de su hermoso y perfecto rayito de sol- esa enfermera seguro está poseída y por eso hacía esas caras- pronunció completamente convencido, de que el problema era la enfermera poseída y no el regalito que su bebé había hecho recién- tendré que hablar con el hospital, no quiero a una rara enfermera poseída con mi bebé.

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Draco observaba como su padre, padrino y Fred remodelaban toda su habitación en el hospital.

-¿Creen que debería construir un nuevo baño?- consulto Lucius, queriendo saber la opinión de los otros dos.

-No lo sé, este parece adecuado, pero odio los azulejos- se quejo Severus, observándolos con desagrado.

-Te entiendo, en el catálogo se veían mejor- estuvo de acuerdo el rubio mayor, con la observación de su amigo.

-Me preocupa mas el armario- apuntó Fred- se ve un poco pequeño, y aún no traemos la ropa del bebé.