Bajo la lluvia ┊ GyūMichi

Capítulo dos. (1/?)

Gracias al paraguas de esa persona, el hijo de los Hyakuya había llegado bien a casa, aunque como lo predijo, al llegar no fue muy buena idea entrar por la puerta principal. Aunque sería aún más sospechoso si entraba por la puerta de la cocina o por la ventana...

【FlashBack】

Tragó saliva y aferrándose más al paraguas, decidió pasar del pequeño tapete verde que tenia tejida la palabra "Welcome" con letras amarillas; pequeño regalo de Akane Hyakuya, su tía.

Trató de entrar sigilosamente, pero una mano le agarro del hombro, le obligo a pasar rápidamente, aún con el paraguas abierto.

- ¡Anda! Un cachorrito mojado~ -

Se maldijo mentalmente mientras apretaba los ojos. Yuumi, su hermana había gritado eso desde la entrada.

- ¡Hyakuya Michirō! ¿Qué demonios estabas pensando? -

Grito un muy molesto pelinegro a su pequeño hijo.

- Salir a estas horas, con esta tormenta, y con esa ropa! -

Apuntó a su camiseta de mangas cortas y delgada, también vestía un short color beige que hacia juego con su camisa blanca y zapatos blancos.

- Lo siento... Yo... Había quedado con Kurenai, Kimito y Shimitsu...-

Su voz salía más suave de lo normal, y en ella podía detectarse la culpa.

- ¡Te he dicho miles de veces que no te les acerques, y mucho menos a Kurenai y Kimito!-

Le gritó. Era consiente que se estaba pasando, pero el sentimiento de la posibilidad en perder a su hijo, le calcomia la mente y nublaba la mayoría de sus pensamientos.

El pequeño se encogió en su lugar, y su hermano aguanto las ganas de gritarle que no se le acercara a Shimitsu, ya que supuestamente era sólo de ella.

- Vamos, vamos, que ambiente tan tenso, ¿les parece si dejamos el tema aquí por un momento? La cena esta lista. -

Una voz que provenía a espaldas de su padre, Yuuichiro habló con suavidad. El pequeño alzó su pequeña cabeza y su mirada se detuvo en su madre, Mikaela.

Él siempre sabía como calmar a su padre, también sabía como desaparecer la tensión en el lugar. Quería a su madre. Admiraba a su madre.

Un suspiro salio de los labios del pelinegro más alto y se giró hacía su "esposa".

- Sabes que no debes interrumpir cuando intento darles una lección a los niños. -

Le miro de brazos cruzados.

- Sí, lo sé, pero creó que ya tuvo suficiente, además, pescará un resfriado si no sube a cambiarse de ropa. -

Le respondió con una sonrisa característica de él y que sólo Yuuichiro y su familia podrían ver. Una sonrisa cálida.

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Bueno, este capítulo se va a dividir en partes, no sé cuantas, pero se va a dividir :^)

Agradezco la sensual ayuda de la sensual Shiro, en G+ que me ayudo con el capítulo, porque no tenía idea de como seguir(?).

Gracias por leer!.