Lo peor de un asesino

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Este diario pertenece a :
Shiota Nagisa.

¿ No es hermoso ver como la sangre brota de un corte profundo ?

—Clase, pido que lo tomen con calma... vuestra compañera Manami... Esta en el hospital.
—Todos soltaron exclamaciones de sorpresa incluido tu, que te levantaste del sitio.
—!¿En que hospital esta?!  — preguntas con una seriedad que no había visto nunca.
Cuando recibiste la respuesta saliste corriendo del salón.
Me costo mantenerme firme en esos momentos, suerte que el  único que lo noto fue Sugino.
—¿Nagisa-kun estas bien?  —Me gusta que se preocupe por mi es un gran amigo pero....
Que inoportuno....

—Si claro, solo estoy un poco preocupado por Okuda...  —Una sonrisa falsa escapo de mis labios como auto reflejo, a eso yo lo denominaba escudo.
—Si karma seguramente a ido a ver como esta. No debes de preocuparte  —Dijo algo inseguro.

Precisamente eso es lo que me preocupa.

Tenia que haberla matado
....

Mi sed de sangre empezó a salir alarmando un poco a los maestros y a kayano .
Los que percibían mejor ese tipo de cosas los demás parecían muy impresionados con la noticia.
Tuve que  intentar relajar me.

Tarde, Kayano, Karasuma, Irina y koro-sensei, sabían que algo iba mal .




Tenia que haberla matado...

Aun estas a tiempo

Si?

Claro, en el hospital esta indefensa no?

Si, creo... Creo que tienes razón...

x~x~x~x~x~x

Una risa resonó acompañada de unas cuantas mas de fondo. Todo esto en la cabeza Nagisa.

¿Quien sabría lo que la bella e inocente criatura azul pensaba?

Como un soplo de viento desapareció.

Dejando tras el un lápiz que colisionó contra el piso.

—Nagisa kun?  —preguntó kayano al viento.
Pues su amigo había desaparecido en medio de clase y nadie se había dado cuenta.

Y el profesor se percato gracias a la pregunta de su alumna.
Nadie, ni el mismo, el sinigami,  se había dado cuenta de ello...

—Nurufufufu... que estas ocultando  Na-gi-sa-kun? —susurro para sus adentros hacia un asiento vacío.
Su alumno había desaparecido de clase sin que el se diera cuenta.
Ni siquiera le había visto recoger sus cosas.
Solo había desaparecido.

[ ... ]

— ya estoy aquí okuda-chan~~
—Dijo un peliceleste subido a la rama de un árbol.
Que daba a la ventana de la habitación de su compañera.
Manami se encontraba inconsciente con una mascarilla de oxígeno y con la respiración pesada.
Justo cuando iba a saltar a la habitación y acabar con todo a lo que el llamaba "molestias" su pelirrojo favorito apareció.

—Lo siento Manami me ha costado llegar... He tenido algunos problemas...  —Sonrió forzadamente, aunque su compañera no la pudiera ver sentía la presencia de alguien, sentía a un par de ojos observándole desde cerca... Muy cerca...

Nagisa sonrió el sabia a que problemas se refería.
Y baya que le había gustado entretener a su pelirrojo por el camino...

Karma camino asta quedarse cerca de la ventana y observó un árbol.
Simple, vacío, así encontraba el paisaje.
"Puede que si alguien lo estuviera mirando estaría fuera, cerca de la ventana".

El era Akabane karma.
¿Porque debería temer ahora los fantasmas?

«¿Cuantos años se supone que tengo?»

Se mofaba de si mismo.
Todo, para intentar quitarse esa inseguridad y nerviosismo que había adquirido al entrar en aquella habitación de hospital.

El sonido de el viento y la sensación de este al chocar contra su cara le hizo despertar de su trance.
La ventana estaba abierta.

¿Desde... cuando?

No había nadie. ¿La habría abierto el sin darse cuanta al sentirse agobiado?
¿Que acaso el no controlaba sus propias acciones?

Movió repetidas veces la cabeza hacia los lados intentando quitar todo pensamiento estúpido de su cabeza.

Con todas las bromas y trampas que había hecho y las veces que había escuchando un: " Me vengare"  " Te la devolveré"
"Vas a morir"...
Tantas veces que se le hacia repetitivo y ahora tenia miedo.
¿Porque?
O... Mejor dicho...

¿De que?

Se dirigió a donde se encontraba su compañera. Bajando la guardia por un segundo, quedando de espaldas a la ventana.

—Eres una gran amiga  —dijo, mas bien, suspiro escupiendo las palabras al aire.
Se inclino para darle un cariñoso beso en la frente.

De un momento a otro sintió que caía, asta tocar las baldosas del suelo. Dándole un fuerte dolor de cabeza, casi al instante.

—¿Solo... una amiga?  —  Asintió temiendo por su vida, viendo desde abajo como el le miraba desde arriba.
El de arriba, tenia una media sonrisa macabra en su rostro, como si algo bueno le hubiera pasado, pero parecía trastornado por ello.
Todo era mas notorio gracias a su pequeño TIC en la ceja.

El de abajo estaba mas que confundido, al no haberlo visto venir, karma parecía ido, en sus propias divagaciones.

Intento reincorporase, sin éxito alguno manchándose mas.

Rendido, se quedó tirado en las frías baldosas de el hospital.

Mientras observaba su mano machada de carmesí, su... Sangre...
Jamas pensó verla.
No la de el, al menos no tanta.

Su cabeza empezó a doler le mas dándole pinchazos.

Sintiendo como mil aguas entraban y salían de ella.
"siendo cosido por el dolor."

Las muecas no tardaron en salir.

Una mas exagerada que la anterior, porque cada vez dolía mas.

El que aun quedaba en pie, miraba entretenido la escena aun con aquella sonrisa...

Eso fue lo ultimo que pudo ver el pelirrojo.
Haciendo calentar sus mejillas de sobremanera. Todo lo que le mostrara su ángel le iba a parecer hermoso...
—N-nagi-sa-kun...  —y eso fue lo ultimo que vio el pelirrojo.

Después,... Todo se puso oscuro.

El silencio reinaba en la habitación.
Solo era roto por una forzosa respiración acompañada del ruido de la maquina de oxígeno.







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