Sus ojos se abrieron más y tomaron un color verde oscuro tratando de intimidarme, representaban una furia enorme y sabía que en cualquier frase que dijese podría salir más perjudicada
Pero sé que ha sido un error, probablemente el más grande de mi vida, no siento por él ni la mitad de lo que siento por ti, pensé que así podría hacerle feliz pero no pensé en las consecuencias- pestañeé para impedir caer las lágrimas que necesitaban salir de mis ojos
Dani es como mi hermano, ¿creías que no me iba a enterar?-
¿No?- me atreví a preguntar
Se levantó de la silla y la tiró de una patada, el estruendo que provocó en el suelo no se igualaba al que se había abierto en mi corazón, quería decirle que me equivoqué, que fue un error, pero no me salía las palabras. Apretó sus puños y lanzó un puñetazo a la pared, me sentí pequeña e inofensiva, tenía miedo
Me cogió las manos apretando mis muñecas como si tuviera que agarrarse a algo para seguir vivo, con fuerza y lujuria
¿Crees que esto es un juego?- soltó mis manos y agarró mi cara con más fuerza aún- ¿¡Querías que tus fotos con Dani aparecieran por todo internet!? ¡Joder!- suspiró- ¡Clara te lo avisé!
Me separe de él mientras me miraba con odio y enfurecimiento, tragué saliva porque sabía que esto iba para largo...
¡Qué no me grites¡ ¿¡Crees que no te quiero?!- hice una pausa para autocontrolarme- Te necesito Álvaro...
Él se sentó en la cama y yo hice lo mismo pero me quedé en uno de los bordes, guardando la distancia, se echó la camiseta a los ojos para limpiarse una lágrima, yo me limité a mirar el suelo, sentía que le había traicionado, pero me encontré en una situación límite, qué iba a hacer, al menos eso pensé
Quiero que te vayas- dijo en voz baja
Su voz estaba entrecortada y sonaba bastante apagada, pero yo le hice caso, salí por la puerta y me fui a la cafetería, era domingo y ese era el día que cerrábamos, me aseguré de tener la llave y me dirigí allí.
Llegué y no había nadie, entré y me senté en una de las mesas, empecé a pensar... Me había enfadado con Tryan, Álvaro me odiaba y Dani estaría molesto porque sabe que realmente no siento por él... Saqué mi móvil y sólo conseguí sentirme peor al ver que miles de niñas estaban compartiendo las fotos con Dani, dejé el móvil a un lado y apoyé mi cabeza en la mesa.
No obstante alguien aporreó la puerta de la cafetería sacándome de mis pensamientos, fui a abrirla, pero me quedé perpleja al ver quien se encontraba tras ella
¿Qué haces aquí?- pregunté descaradamente
Vamos a hablar- dijo Magi, el manager de Álvaro
Sabía que mi relación con Magi nunca había sido buena, él de alguna manera siempre ha intentado alejarme de Álvaro, él asegura que protege su carrera, yo creo que llega a sobrepasar los límites del control
¿Qué quieres?- pregunté de nuevo
No tienes buena cara- se sentó enfrente de mí- ¿Ha pasado algo?- se mostró con un tono suave
¿Desde cuando te ha importado eso?- dije con rabia, sentia una ira hacia él que debía liberar
Venía a disculparme, fui a tu dirección pero no estabas, a si que supuse que estabas aquí- apoyó los codos en la mesa y cabizbajo prosiguió- Álvaro no ha parado de hablar de ti, y creo que es la hora de que tú y él...
¡No!- le interrumpí de un grito- Tenías razón, nunca debí meterme en su vida privada, solo he perjudicado su carrera
Magi se rió, y siguió así durante casi dos minutos, no entendía de donde venía tanta risa, pensaba que estaba vacilándome
¿Eso es lo que quieres?¿Alejarte de él?-
Yo... Si, será lo mejor- dije algo dubitativa
Él se sorprendió bastante por mi respuesta, pero sacó una pequeña sonrisa
Si no le quieres, lo mejor es que te alejes, que se olvide de ti- dijo él
Puede que tengas razón-
Me despedí de él y me fui a mi casa, pensé mucho en sus palabras, mi vida resultaba pesada, cada minuto me costaba más volver a ser la Clara que siempre se reía por todo, pero toda esta monotonía se iba a acabar
Me levanté a las siete de la mañana y cogí el billete del tren que había sacado por la noche, escribí una carta a Tryan explicándole que me marchaba, al fin y al cabo era mi mejor amigo y no podía irme sin más
Llegué a la estación, allí me senté en una cafetería para hacer tiempo, ojeé algunas revistas y me tomé un café americano cuando sonó el ultimo aviso para que subiera al tren
Una vez allí me senté al lado de la ventana, el revisor pasó para agujerear mi billete y comprobar mis datos, después una azafata se acercó y me dio unos cascos, eran bastante malos, pero los mios se encontraban dentro de la maleta y por no abrirla hasta pagaba. A cada kilómetro que avanzaba el tren añoraba más mi vida en Madrid... Pero sabía que ahora llegaba algo nuevo y estaba preparada para ello.
Todo iba bien hasta que en el modo aleatorio de mi móvil saltó la canción que Álvaro me compuso, esa maldita canción que no me atrevía a borrar... Una lágrima resbaló por mi mejilla, un chico me vio y se acercó a mí para sentarse en frente
Toma- dijo ofreciéndome un clínex
Gracias- sonreí tímidamente
Me llamo Diego- dijo él
Su voz era relajante pero a la vez me resultaba seductora, su pelo era moreno oscuro y sus ojos azules me intimidaban bastante
Yo Clara- le miré pasando el clínex por mi lagrimal
Es la primera vez que viajas a Barcelona, ¿o me equivoco?- añadió
¿Tan obvio es?- suspiré bajando la mirada
Bueno, si no fuera por tu cara triste, la lágrima de tu mejilla y la forma de mirar por la ventana no lo sería- sonrió
Me quedé anonadada en la forma en que me analizó y valoré que no me quiso preguntar sobre porque estaba así, simplemente aprovechó para hacerme sonreir
Pasamos el viaje contando anécdotas graciosas, hablando sobre nuestros gustos e incluso jugando a las cartas, en mi defense diré que no se le daban mal
Al llegar a Barcelona nos bajamos del tren y nos quedamos en la puerta de la estación
Tengo un gimnasio aquí al lado, cuando quieras pásate- me dio una tarjeta que guardé en mi bolsillo
Me pasaré- contesté subiéndome al taxi- Y gracias por todo-
No hay que darlas- se despidió de mí con dos besos y se fue hacia el parking
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FOOTPRINTS #FantasyAwards2018
Teen FictionTe amo- susurró Clara a Álvaro en su póster Como siempre él no la respondía, no lo hacía hasta que un día unas simples compras cambiaron su vida, quizá a mejor o quizá no [Sigue leyendo...]