CAPÍTULO 3

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- Otra vez tú...- dijo ella.

Me pare en seco al escucharla, pose mi mirada hacia ella

- H-hola...- dije entre jadeos y cogiendo aire para seguir hablando.

- pensé que no te volvería a ver ya que no he tenido tiempo de pasarme por tu cafetería.- Dije con la respiración un poco más calmada, la verdad no tenía tiempo de quedarme hablando con ella pero se me hacía de mala educación, además no es que nos conociéramos de toda la vida porque ni su nombre se.

- No pasa nada te puedes pasar cuando quieras. - Respondió ella con una hermosa sonrisa. - Veo que tienes prisa, será mejor que te deje de distraer, en otro momento hablamos

- Vale. - Dije mientras seguía mi camino, cuando llegué a la floristería mi abuelo se encontraba sentado con una taza de café en la mano. - Abuelo, ya estoy aquí. - Dije mientras tomaba asiento frente suyo.

- Bueno Yuzu, ¿de qué querías hablar?

- Anoche mientras dormía plácidamente en el sofá tuve una pesadilla o eso creía, porque al "despertarme" de ese horrible sueño fui a mojarme la cara y me di cuenta que tenía marcas en mi cuello, luego me fui a mi habitación y de la nada se abrió la ventana dejando pasar un aroma a café. - Dije intentando sonar lo más calmada posible e intentando no perder los nervios.

- Yuzu...intento creerte pero es un poco complicado, por ejemplo en tu cuello no hay rastros de nada y lo de la ventana pudo a ver sido una ráfaga de aire y lo del café...supongo que alguien del vecindario estuvo haciendo café o algo así.

- Vale puedes justificar eso pero que me dices de que ayer por la noche cuando cerraba la tienda no me di cuenta que dejaba mi móvil y tuve que regresar por él y sabes, no te imaginas que paso... - dije a punto de perder los nervios.

- ¿Qué paso?

- Una maldita sombra más pequeña que yo de la nada a pareció haciéndome correr hasta llegar aquí.

- Seguramente era un gato, te asustas por nada.

- ¡¿Un gato?! Eso también es lo que pensé pero con todo lo que me ocurrió no hay duda de que no era un simple gato mal domesticado, y quien sabe que me vuelva a pasar.

- Si te sientes tan insegura puedes pedirle a una de tus amigas que pase la noche contigo.

- ¿Amigas? Esto...

- ¿No tienes amigas?

- ¡No es eso! .- Bueno si era eso, no es que no tenga amigas es que solo tengo una y esa es Akari, somos amigas desde que entre en la universidad, ella fue la única que se acerco a mí a hablarme a pesar de que tenía su grupo, nuestras conversaciones se basan siempre en Takeda no me preguntéis pero siempre acabamos hablando de él como si fuera el centro de atención, ella unas cuantas veces ha ido a mi casa a hacer deberes o trabajos de la universidad y se ha quedado a dormir, también varias veces nos quedábamos viendo películas hasta la madrugada, claramente los fines de semana que eran esos días deseados por todos, no es que sea antisocial ni nada pero no me gusta relacionarme con la gente. - Creo que no me queda más opción, tendré que invitarla.

- ¿Vas invitar a Akari a pasar la noche?

- Si.

- Me lo suponía.

- ¿Qué intentas decir con eso?

- Nada, ¿quieres café?

- Claro. - Cogió una de las tazas y sirvió café en ella, no hacía falta decir como lo quería porque el ya conocía mis gustos, aunque muchas veces me cuestionara como lo hizo hace rato.

Tekubi | ONE SHOOT |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora