Mi nombre es Camille tengo 17 años y esta es la historia de cómo me enamore de un chico, la historia de cómo me rompió el corazón sin saberlo, y de como yo rompí el suyo sin siquiera intentarlo.
Solo diré una cosa nunca callen lo que sienten, porqu...
Primer día en la maldita cárcel llamada escuela, no puedo creer que las vacaciones hayan terminado tan rápido. Debería levantarme en este momento si quiero llegar presentable, pero mi cama esta tan cómoda que me es imposible, que mas da solo 5 minut..-CAMILLE MALDITA MORSA MAS TE VALE LEVANTARTE EN ESTE INSTANTE A MENOS QUE QUIERAS CAMINAR- el grito de Trent hizo que cayera de la cama
-MALDITO IDIOTA HICISTE QUE ME CAYERA DE LA CAMA- le grite de vuelta
-YA DEJEN DE GRITAR Y BAJEN A DESAYUNAR- grito Thom
-TU TAMBIEN ESTAS GRITANDO- nos defendimos mi mellizo y yo al mismo tiempo.
Me levante rendida y me encamine al baño, tome una corta ducha y volví a mi habitación, eh aquí el gran dilema de todas mis mañanas ¿QUE DIABLOS ME PONGO? bueno tranquila Cam analicemos la situación, aun el clima esta caluroso así que nada de jeans o buzos. Termine escogiendo un short negro medio azulado, con una remera blanca que por los costados es larga y en el centro deja ver un poco de mi abdomen, como mi pelo estaba demasiado descontrolado termine haciendome una trenza.
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Baje y mis hermanos estaban desayunando, les di un beso en la mejilla a cada uno y me senté junto a Thom.
-¿Recuerdan a la familia Harrison?- pregunto Thomas
-Claro recuerdo que jugábamos con su hijo cuando eramos pequeños- contesto Trent
-Como era que se llamaba, Jack, Shain, oh Jaden- dije recordando a un pequeño con unos brillantes ojos azules
-Ayer me cruce con la señora Harrison y me comento que Jaden comenzara a estudiar en su escuela, me pidió si podían acercarse a el ya que no conoce a nadie, le dije que si y también le dije que pasarían a recogerlo asi que apresúrense si no quieren llegar tarde, sigue viviendo junto a la casa en donde vivíamos antes de lo de mama y papa- mi mellizo y yo nos quedamos con la boca abierta, no se le ocurrió avisarnos antes, cuando reaccionamos comenzamos a correr por toda la casa tomando las cosas necesarias para hoy, nos despedimos de nuestro hermano, salimos y nos subimos al auto de Trent, la casa no quedaba muy lejos de aquí pero ambos estábamos un poco nerviosos ya que no vamos allí desde el accidente que ocasiono la muerte de mis padres.
-Bueno ahora baja y toca el timbre- me dijo Trent al llegar
-¿Por que no vas tu?- pregunte con el seño fruncido
-Porque yo conduje hasta aquí- respondió sacándome la lengua, me baje rendida y me acerque a la puerta pero me quede estática cuando vi nuestra vieja casa, recuerdos comenzaron a golpear mi mente y sentí mis ojos cristalizarse, respire profundo y parpadee varias veces para espantar la lagrimas, toque el timbre y abrio una mujer de unos cuarenta y tantos años, la recordaba era la señora Harrison.
-¿Camille? wow estas bellisima como has crecido niña- me dijo dándome un abrazo
-Gracias señora Harrison, es un gusto volver a verla- dije amablemente
