El tiempo hace la historia, y si se trata de mi historia tendría tanto para contar ya que he vivido más que lo suficiente. He visto generación tras generación ir y venir y aunque muchas cosas han cambiado, para mi sigue siendo prácticamente lo mismo.
Nací en Chipre hace miles de años, fui producto de una unión poco común. Mi madre es la mujer más hermosa que alguna vez ha conocido el universo, poderosa, astuta, y seductora son palabras que se adecuan a la perfección, si hay que describirla. Pero el precio de su belleza y perfección fue que su familia decidiera casarla con un poderoso hombre, poderoso pero amargado y desagradable. Mi madre no era feliz en lo absoluto. El destino es raro y puso frente a ella a un guerrero apasionado y bastante caótico. Si, ese es mi padre. Cómo si ser producto de la unión entre una mujer astuta manipuladora y seductora con un hombre desquiciado violento y brutal no fuese suficiente soy también un hijo de la infidelidad. Un bastardo.
Cuando la familia de mi madre se enteró sobre la aventura amorosa, intentaron destruir la evidencia, y con evidencia me refiero a mi. El abuelo pensó que mi existencia traería el caos al universo por ello persiguió a mi madre, quien con tal de salvarme la vida me entregó a las bestias salvajes para que me alimentaran. Si yo sé, eso suena a Mowgli, el niño de la selva, pero en efecto yo fuí criado por fieras, hay quienes dicen que estas forjaron mi carácter.
Así fue como crecí, dotado con la belleza y retórica de mi madre como con la astucia y fuerza de mi padre pero el carácter de ambos mezclados me hizo también ser bastante... irrazonable.
Conforme fui haciendo joven, tome un gusto excepcional por el tiro con arco; mi madre notó esto y cuando cumplí quince años me regaló un arco de oro y flechas bastante fuera de lo común.
El destino, la justicia y la gracia son de innegable existencia en el universo, aunque muchos quieran ignorarlos. El destino sea como sea es justo, y la justicia es ciega, y la gracia hace parecer a la justicia injusta a veces.
Y el destino fue justo puesto que me concedió poder sobre aquellos que quisieron destruirme. Me entregó su voluntad, su razón, me hizo más ardiente que el fuego y más destructor que un terremoto. Eso si, ni siquiera yo estoy a salvo de mi propio poder.
Mi nombre ha cambiado a través del paso del tiempo, hubo una época en la que los humanos me reconocían en cuanto me veían, algunos huían con mi sola presencia mientras que otros me recibían con los brazos abiertos. Hoy en día no soy más que un mito. Aunque mi imagen ha sido bastante distorcionada he de agregar. Antes me llamaban con el nombre que eligió mi madre, Eros. Luego empezaron a llamarme Cupido, hoy quienes me conocen me dicen Sehun, Oh Sehun.
Si, soy el hijo de Afrodita y Ares, soy el caos, la locura, la inmadurez, la inocencia y la destrucción. Parte de ser quien soy conlleva jamás crecer, por eso desde que cumplí los 17 años me he mantenido así, en el limbo entre la adultez y la niñez.
Hay muchos que me confunden con mi hermano Anteros, él es el dios del amor correspondido y es por ello que todos me culpan de sus desdichas. Poseo dos tipo de flechas, las que tienen punta de oro y las que tienen punta de plomo; las primeras para sembrar el enamoramiento en las personas y las segundas para plantar el olvido y la ingratitud en los corazones. Anteros por su lado es mi vengador. Los antiguos pintores solían representarme como un niño con alas, para indicar que el amor suele pasar pronto, y con los ojos vendados para probar que el amor no ve el mérito o desmérito de la persona a quien se dirige, ni sus defectos, mientras se fija en ella. Ese soy yo, el amor ciego y travieso.
Mi trabajo sigue siendo tan simple como siempre, los humanos y su idealismo me permiten jugar con ellos sin darse cuenta, pero el destino no siempre esta de acuerdo, este es el único que esta sobre mi. Y cuando le desobedezco desatando el caos sobre la humanidad, porque a veces me aburro mucho, el precio es caro. Por cada vez que voy en contra del destino tengo que dispararme una de mis propias flechas. El destino es justo.
-Porción del diario privado de Oh Sehun.
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Give Me Love
FanfictionSehun es nada más y nada menos que el ángel del amor, Eros, o cómo quieran llamarle. Ha vivido cómo un humano más y planea pasar desapercibido hasta que en su camino vuelve a encontrarse con un ángel muy diferente a él, Kai, el ángel de la muer...