Seúl

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Una tras otra las gotas de lluvia golpeaban la ventana frente a la cual se encontraba de pie Oh Sehun, sus ojos grises enfocados en el cielo del mismo color reflejaban la frustración que el muchacho sentía en ese momento. Había pasado los últimos dos años de su vida esperando la llegada de ese día, finalmente iba a poder abordar de nuevo un avión como capitán de la tripulación, y no sería cualquier vuelo, oh no, sería un vuelo transatlántico.

-Te odio - murmuró el muchacho sin quitar la vista de las nubes grises y es que precisamente ese día un huracán entró a la ciudad y todos los vuelos fueron cancelados hasta nuevo aviso. Justo después de las palabras de Sehun un relámpago iluminó el cielo, como si esta fuera la respuesta a las palabras que el chico acabába de pronunciar. Un tanto resentido Sehun empuñó la mano y se dio la vuelta alejándose finalmente de la ventana.

-¡Oh! - escuchó una gruesa voz que le llamaba, obviamente era su mejor amigo, Sehun reconocería esa voz dónde fuera. Con su típica expresión plana Sehun giró sobre sus talones para encontrarse de cara con un chico un tanto más alto que él.

- Chanyeol, creí que no estabas en la ciudad - comentó. Chanyeol también trabaja para la misma compañía aérea que Sehun, excepto que Yeol recientemente había logrado conseguir el puesto de copiloto mientras que Sehun ya estaba a cargo de su propia tripulación convirtiéndose así en el piloto más joven de la compañía... O eso se suponía que pasaría ese día si no hubiese sido por el estúpido huracán.

-Volví ayer por la noche, por suerte - dijo Chanyeol llevando la mirada hacia el gran ventanal del puerto aéreo - porque sino me hubiera quedado varado en Nueva York quien sabe hasta cuando.

- ¿Y no te parece que hubiera sido mejor estar varado en Nueva York, en pleno verano, y no en medio de un estúpido huracán? - Sehun alzó una ceja para acompañar las duras palabras.

-¿Por qué siempre tienes que ser tan amargado Oh? - Chanyeol se acercó a él y le rodeó los hombros con su brazo obligandole a empezar a caminar - vamos, te invito a unos tragos... O más bien nos los invitaran las chicas, sabes que ninguna se resiste a un par de jóvenes con uniforme -Yeol movió las cejas con picardia, esto hizo que en el rostro de Sehun dibujara una sonrisa, medio divertida, medio nostálgica y es que habían cosas que a pesar del paso de los años nunca cambiaban.

Volar era algo natural para Oh Sehun, algo que siempre amó hacer, por ello el joven de tan solo veintiún años de edad consiguió, tras dos años de arduo entrenamiento, el puesto como capitán de uno de los transatlánticos de Koreanair, la aerolínea más grande de Corea. Generalmente ser capitán de tripulación requería de mucha experiencia en el aire, Sehun desde el primer día en la compañía demostró un desempeño superior, comparable incluso al de algunos veteranos. Como era de esperarse cuando alguien tiene éxito, Sehun no solo se ganó la admiración de muchos en Koreanair, también el odio. En un par de ocasiones Sehun fue saboteado pero para sorpresa de todos, el joven Oh demostró que era capaz incluso de cambiar una turbina, cosa que ni siquiera los mismos capitanes sabían pues eso era trabajo de los mecánicos de aeronáutica. Así se ganó el sobrenombre de "el genio con alas". Pero la verdad es que lejos de ser un genio, Sehun había recibido un arduo entrenamiento años atrás, bueno, varias décadas atrás.

Y es que para contar esta historia adecuadamente hay que dejar en claro que Sehun no era en absoluto un muchacho normal, es más, ni siquiera era humano y por supuesto que Oh Sehun tampoco era su nombre real, aunque para ser honestos, a veces hasta él mismo olvidaba cual era su nombre real.

Chanyeol llevó a su amigo a uno de los bares de moda en la ciudad. Las personas que se reunían ahí pertenecían a una clase social pudiente y a diferencia de los clubs para la mayoría de jóvenes en sus veinte, ahí no había música estridente "Chanyeol eligió bien esta vez" pensó Sehun. La última vez que su mejor amigo le "invitó" a beber, terminaron en un club rodeados de chicas que seguramente habían utilizado identificaciones falsas para entrar, al final, Yeol y él tuvieron que pagar la cuenta, no sólo de ellos, también lo que consumieron las señoritas.

Sehun ordenó Johnny Walker y Chanyeol un shot de tequila. -Bebes como un viejo -comentó Yeol haciendo referencia al whiskey de Sehun. Este no puso demasiada importancia al comentario, estaba acostumbrado a que Yeol siempre se quejara de sus gustos, modales, y complejos anticuados.

- Y tú bebes como mujer -Sehun rio entre dientes. Era verdad, Chanyeol siempre terminaba borracho tras un par de copas o este caso, shots.

La platica que les siguió fue trivial, los últimos vuelos de Yeol, las nuevas sobrecargos de la compañía, y por supuesto, el puto huracán. Sehun ordenó su tercer vaso de whisky mientras las risotadas de su amigo inundaban el ambiente; el bartender empujó el vaso hacia Sehun y agregó -cortesía del joven -con la cabeza señaló hacia la izquierda, Sehun siguió la mirada del hombre. En una de las mesas del fondo un muchacho de piel bronceada y profundos ojos negros lo observaba fijamente. La barbilla de Sehun casí cayó al suelo, su expresión de sorpresa era una de esas que no se dejaban ver con facilidad y de inmediato una mezcla de alegría y al mismo tiempo preocupación invadió el corazón del chico. Esa persona al fondo del bar era a quien más anhelaba ver, a quien más había extrañado por tanto tiempo pero que él se encontrará ahí solo podía significar que algo andaba terriblemente mal.

Chanyeol observó la escena bastante confundido, iba a preguntarle a Sehun si conocía a esa persona pero al ver que el chico de piel bronceada se acercaba retuvo las palabras.

- Kai... -fue todo lo que salió de los labios de Sehun.

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