Me desperté de golpe, gruñí al ver que apenas eran las siete de la mañana, odiaba levantarme temprano, pero por hoy lo aceptaría, podría ir a la playa, el clima estaba realmente perfecto.
Fui rápidamente al baño, hice mis necesidades, me bañé, y me quedé viéndome al espejo.
-Que hermosura eres, Verónica-bromée hablándome a mi misma.
Me lavé los dientes y salí del baño, saqué una camisa holgada blanca que decía "I'm NOT a morning person" y me la puse, saqué un short y me puse unas converse blancas. Me vi al espejo y estaba contenta con lo que veía, lo cual no era común. Bajé a la sala de estar y allí estaban mis padres desayunando, todo parecía tan normal. Hasta el momento nada raro había pasado, ningún escalofrío.
-Hija, ven, ¿no quieres desayunar?-pregunta mi papá con la boca llena de comida- Está riquísima-.
-Papá, es de mala educación comer con la boca llena-dije entre risas, se notaba que estaba rica- pero no, no tengo apetito, saldré un rato.
Ambos rieron al oir mi comentario, y todavía pude notar que seguían enamorados.
-Bueno niña, te cuidas.-Contestó mi mamá con la boca llena de comida también- ¡busca amigos!
Rodé los ojos y salí con una sonrisa en mi cara. Comencé a caminar al centro, del pueblo, y había bastante gente. Era un viernes por la tarde y el clima estaba realmente precioso. Opté por comprar algo de tomar, un batido de papaya en leche, ¡si!
Me dirigí al lugar donde los hacían, y lo compré. Estaba delicioso. Luego me fui a sentar en una de esas mesas públicas que se hayan en la playa.
Disfrutaba mucho de estar allí, era tan distinto a la ciudad, y era lo que necesitaba. Necesitaba salir de ése lugar, necesitaba hacer una nueva vida.
-Oye, pero si eres tú...-Escuché a lo lejos, era un chico que se acercaba a mi, no pude ver quien era por el sol.
Se sentó a mi lado y ya pude ver mejor, oh Dios, si que era lindo, me le quedé viendo un rato y sonreí.
-¿tu no saludas o que?-dice Jack, mientras hacía mueca de enojado.
-No, eso es para personas aburridas-Contesté y me reí- Además, tu tampoco me saludaste.
Rodó sus ojos, se acercó a mi y me dio un beso en la mejilla, se apartó y reía, su sonrisa era perfecta. ¿pero qué dices? Deja la miel.
-Hola, Verónica-saludó al fin, todavía reía-¿qué te trae por aquí?
-Me trae por aquí que vivo aquí-contesté obvia, y trataba de no reír, nunca me gustó mi risa.
-Pero que odiosa eres-contestó serio, y no pude evitar sonreír- Que linda sonrisa tienes, siempre la has tenido.
¿Y este tipo está ciego? ¿o qué?
-Gracias, tu también tienes una sonrisa linda- ¿YO DIJE ESO? Que me parta un rayo.
-Gracias, se que soy una hermosura-rió, y si, lo es, pero no se lo diría.
-No, de hecho eres la cosa más fea que he visto por acá- dije irónicamente, y sonreía, podría sonreír sin sentirme fea con él.
-Auch, Verónica- Se hacía el dolido, y poco después se rió- pero en serio, ¿qué te trae por acá?
Pasamos toda la tarde hablando, le conté porqué nos mudamos, le comenté que mi madre esperaba su segundo hijo, y que iría a la universidad acá. Y para ser honesta, era lindo hablar con él, lo disfrutaba. Me sentía mal por no recordarlo, pero eso estaba bien. Al hablar con él, pude notar que en realidad si me prestaba atención. Aunque mi sueño me dejó algo confundida.
Jack me llevó a mi casa en su auto, y por el camino veía el atardecer, era hermoso, el sol se había puesto enorme y rojo, y el mar tomó un tono rojizo, y era perfecto. Una brisa fresca golpeaba mi cara y erizaba mi piel, y sonreí ante la imagen.
-Llegamos-dijo, mientras me veía fijo, el sol en su cara iluminaba sus ojos, y tomaron un color claro- Fue un placer hablar contigo hoy, Verónica.
Es la perfección humana.
-Muchas gracias, Jack- Contesté y le
sonreí, sonreía mucho en su presencia- Fue un verdadero placer.Me despedí de el con un beso en la mejilla, y se sonrojo, sonrío, y me beso en la mejilla como respuesta. Pude sentir como mis mejillas cambiaron de color, así que me dirigí rápidamente a mi casa. Volví a ver a Jack, y estaba parado contra su auto y me veía fijamente, al ver que lo volví a ver, sonrío. Le contesté la sonrisa y entre a mi casa.
- Hija, llegaste-. Mi mamá me dio un abrazo y me regaló una sonrisa-. ¿hiciste amigos?
Ay Dios.
- Pues, si, solo uno- Contesté
- DANIEEEEEL, ¡NUESTRA HIJA ESTA ENAMORADA!-Le gritó mi mamá a mi padre y la fulminé con la mirada para luego sonreír.
-Cállate, eso no es cierto-. Contesté roja.
- ¿y cómo se llama? - preguntó mi padre, entrando a la conversación.
-Se llama Jack, pero no estoy enamorada. -Bufé, odiaba éstas conversaciones
- Así se llamaba tu gran admirador en la escuela-. Contestó mi madre sorprendida.
¿qué?
ESTÁS LEYENDO
Galería de Verónica
Mystery / ThrillerVerónica es una adolescente de diecisiete años que vive en Costa Rica, San José, sus padres y ella se iban a mudar a la playa pero Verónica se siente amenazada al ver esa casa... Luego descubre algo de su pasado que la hace ver como una demente... Y...